La guerra en Ucrania volvió a impulsar los precios de los granos en Argentina

Tras la caída del acuerdo del Mar Negro, el precio internacional del trigo aumentó un 20% en tan solo un día. Para la campaña de este año, se prevén exportaciones por 9,5 millones de toneladas, valuadas en 2500 millones de dólares.

20 de julio, 2023 | 22.13

El recrudecimiento de la guerra entre Rusia y Ucrania disparó el precio internacional del trigo que se comercializa desde la Argentina. En la jornada del jueves, el cereal registró un alza del 20% y cerró su cotización en los 267 dólares, según lo pactado en el Mercado de Chicago. Este escenario podría contribuir a revertir el mal saldo de la campaña 2023, afectada por la sequía, e incrementar el valor de las exportaciones locales, tema clave para recomponer las reservas del Banco Central. Pero no todo es tan lineal. El aumento en el precio internacional de esta materia prima, sumado a un mayor volumen de exportaciones, también podría generar tensiones hacia el mercado interno y elevar el precio local de los farináceos.

El factor que incidió en el alza del precio internacional del trigo fue la marcha atrás con el acuerdo del Mar Negro, iniciativa que se había firmado hace un año para permitir la cosecha y exportación de granos desde los puertos ucranianos. La estabilidad en dicho acuerdo, prorrogado de manera periódica, permitió que el precio de los alimentos se estabilizase luego del abrupto encarecimiento tras el inicio de la guerra.

Tal es así, que los granos comercializados desde la zona bélica habían registrado un descenso del 25% en mayo de este año en comparación con los valores del mismo mes de 2022. En el caso del trigo, la caída de su precio internacional había sido del 3,5% para el quinto mes del año.

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Pero todo cambió a partir de este lunes. "El acuerdo del mar Negro ha terminado de facto hoy. Tan pronto como la parte relativa a Rusia esté satisfecha, el país volverá inmediatamente al acuerdo sobre los cereales", aseguró el vocero del Kremlin, Dmitri Peskov. Acto seguido, Ucrania denunció que Rusia destruyó 60.000 toneladas de granos destinados a la exportación en ataques nocturnos a Odesa. El jueves, el precio internacional del cereal, para ser comercializado en septiembre de este año, se disparó un 20%.

Exportaciones de cereales

Tras la sequía, una nueva cosecha. Las primeras estimaciones para la producción de trigo 2023/24 indican un potencial de 16,2 millones de toneladas. La recuperación entre cosechas sería de un 40%. De todas maneras, estaría lejos de sus récords históricos.

“Con una proyección de siembra de 5,6 millones de hectáreas y una recuperación esperada en los rindes, la estimación de producción se ubicaría en 16,2 millones de toneladas”, indicaron desde la Bolsa de Comercio de Rosario.

De lograrse este guarismo, las exportaciones podrían alcanzar las 9,5 millones de toneladas, es decir, un 120% por encima de la campaña actual. A los valores registrados este jueves, estas ventas permitirían un potencial ingreso de divisas por 2500 millones de dólares.

En el caso de las posiciones para diciembre, con una cotización de 273 dólares por toneladas – una suba diaria del 19%- los potenciales ingresos equivaldrían a los 2600 millones de dólares.

La otra cara

“Luego de una tercera noche de ataques rusos a los puertos ucranianos, creció la preocupación por las interrupciones de las exportaciones necesarias para satisfacer la demanda mundial y evitar la suba de los precios de los alimentos”, señalaron desde la Bolsa de Comercio de Rosario. Un alza sostenida en el precio internacional del trigo, si bien generaría mayores ingresos para la balanza comercial, también incrementaría el precio local del pan, las harinas, los fideos y galletitas.

El consumo de trigo en Argentina para todos los alimentos derivados – harinas, galletitas, fideos, panes, etc- ronda las 7 millones de toneladas anuales. A pesar de la sequía, no hubo inconvenientes con el abastecimiento para la molienda. Lo que sí ocurrió fue un fuerte incremento de los precios en el pan, las galletitas y harinas para consumo familiar, a pesar de contar con un subsidio cruzado. En el país, las fábricas de alimentos no registraron la estabilización en el precio del trigo como consecuencia del acuerdo del Mar Negro.

Por ende, no sería extraño que, de extenderse el nuevo conflicto bélico y de confirmarse un mayor saldo exportable, los grandes fabricantes de alimentos con peso oligopólico apliquen aumentos discrecionales.

Según un informe sectorial del Ministerio de Economía, de un total de 47 empresas que producen pastas secas, 4 acaparan el 67,4% de la capacidad instalada agregada. Y solo cinco acumulan el 76,5% de la producción anual. La sociedad Molinos Río de la Plata se queda con el 44,5% de todo este mercado.

Y en el caso de las galletitas, la industria está conformada por alrededor de 100 empresas, mayormente pymes. Sin embargo, la estructura productiva se caracteriza por una importante concentración, donde solo dos firmas acaparan el 60% del mercado interno: Arcor (Bagley Argentina S.A.) y Mondelez (ex Kraft-Terrabusi).