La petrolera multinacional ExxonMobil presentó hoy una demanda ante la Justicia contra la Unión Europea (UE) para que se levante el impuesto extraordinario que grava sus ganancias y que fue introducido por el bloque ante las fuertes subas en los beneficios de las firmas energéticas por la guerra entre Rusia y Ucrania.
La demanda de Exxon es la primera respuesta judicial de la industria petrolera ante el tributo, implementado en septiembre último.
Tras ser introducidas legislaciones similares en países como Italia, la UE anunció en septiembre un impuesto del 33% sobre las ganancias obtenidas este año por las firmas energéticas, con el objetivo de utilizar los ingresos para subsidiar las facturas de los consumidores.
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La UE argumentó, al diseñar el tributo, que los ingresos de estas empresas fueron más del 20% superiores que el promedio de los tres años anteriores.
El bloque estima que, a través de este tipo de impuestos, podrían obtener casi US$ 140.000 millones.
Las empresas se vieron beneficiadas especialmente por el alza en los precios del gas y del petróleo tras desencadenarse la guerra entre Rusia y Ucrania, situación que afectó especialmente al bloque europeo debido a su dependencia en las importaciones rusas.
En el caso de Exxon, sus ganancias en el tercer trimestre de este año fueron US$ 19.700 millones, más de lo que anticipaban los analistas, y similares a los US$ 20.700 millones de Apple, la empresa más valorizada del mundo.
El número fue un récord para la petrolera, superando los US$ 17.900 millones del anterior trimestre y encaminándose así al mejor año desde que fue creada en 1882.
Los números fueron tan altos que incluso acapararon la atención del presidente de los Estados Unidos, Joe Biden.
Vamos a asegurar que todos sepan cuáles son las ganancias de Exxon. Exxon hizo más dinero que Dios este año, dijo Biden en junio pasado al responsabilizar a la empresa y al sector de la fuerte suba en los precios de la nafta que afectaba, en ese entonces, al país y de no realizar inversiones.
No obstante se espera que esta fortuna no continúe en los próximos meses con el petróleo cayendo de máximos de US$ 120 al actual rango de US$ 80, y el precio del gas natural en Europa regresando a los niveles previos a la guerra.
La demanda de Exxon fue presentada hoy por sus subsidiarias de Países Bajos y Alemania en la Corte General de la UE en Luxemburgo y basa su argumento en que la UE excedió su autoridad legal al imponer el impuesto, según la agencia Bloomberg.
El vocero de Exxon, Casey Norton, afirmó que el impuesto es contraproducente y que socavará la confianza de los inversores, desalentará la inversión y fortalecerá la dependencia de productos petroleros y energéticos importados.
Según había señalado a principios de este mes la directora financiera de la firma estadounidense, Kathy Mikells, los diversos impuestos a las ganancias llovidas del cielo le costarán a la empresa US$ 2.000 millones hasta fines de 2023.
Lo que invirtamos aquí dependerá primeramente de cuán atractiva y globalmente competitiva será Europa, advirtió, de cara al futuro, el vocero de Exxon.
Tres de los países que implementaron localmente impuestos a las ganancias inesperadas del sector fueron Reino Unido, España e Italia.
Con información de Télam