El banco estadounidense Slivergate, reconocido por su vínculo con el sector de las criptomonedas, anunció su cierre marcando un nuevo golpe para el sector tras un 2022 para el olvido.
“A la luz los recientes desarrollos de la industria y regulatorios, Silvergate considera que un cese ordenado de las actividades de operaciones de banca y una liquidación voluntaria es el mejor camino a seguir”, indicó la empresa en un comunicado difundido por las agencias Bloomberg, DPA y France Presse.
La empresa matriz del banco, Slivergate Capital, ya había anticipado un posible cese de pagos la semana pasada, momento en el cual suspendió su “exchange” que permitía a sus clientes hacer transferencias las 24 horas.
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Además, notificó a la Comisión de Bolsa y Valores (SEC, por sus siglas en inglés) que no podría presentar a tiempo su balance del ejercicio 2022 porque estaba evaluando la viabilidad del negocio y su estrategia.
La institución, fundada en 1988 como un pequeño banco comunitario de California de actividades convencionales, comenzó a brindar servicios a clientes vinculados con las criptomonedas desde 2013, uno de los pocos bancos tradicionales en hacerlo.
Esto lo llevó a un crecimiento exponencial: en noviembre de 2019 salió a la bolsa con un precio de US$ 13 por acción, el cual saltó 1.738% a US$ 239 en el mismo mes de 2021.
Sin embargo, Slivergate no pudo escapar del derrumbe del valor y la pérdida de reputación que sufrió el sector en 2022.
En noviembre pasado, cuando la plataforma FTX anunció su quiebra, las dudas comenzaron a aflorar en torno a Slivergate pues FTX era uno de sus principales clientes.
Frente a ello, una serie de retiros masivos hicieron que sus depósitos cayeran 52% pasando de US$ 13.200 millones a US$ 6.300 millones.
Frente a esta caída en los depósitos, Slivergate se vio forzada a vender miles de millones de dólares en activos a pérdida para proteger su hoja de balance.
En 2022, la empresa perdió US$ 948,6 millones frente al beneficio neto de US$ 75,5 millones del año anterior.
Sus acciones, previo al anuncio de anoche, cotizaban tan solo a US$ 13,33 prácticamente el mismo valor con el que partió, cifra que se desplomaba este mediodía a US$ 3,32.
Tras la explosión de la burbuja y el anuncio de liquidación, ahora el banco aspira a realizar un plan de liquidación “ordenado” siguiendo los procedimientos regulatorios y garantizando la reposición de “todos los depósitos”, al tiempo que buscará hacer caja a partir de la venta de sus activos, como por ejemplo, la tecnología patentada y sus activos fiscales.
La caída de Slivergate se enmarca en una creciente presión a las autoridades reguladoras.
El senador estadounidense Sherrod Brown, quién dirige el Comité Bancario de la cámara alta, advirtió en un comunicado sobre los riesgos que existen cuando los bancos se vuelven “sobre-dependientes de sectores riesgosos y volátiles como las criptomonedas”.
“Cuando los bancos se vinculas con las cripto, el riesgo se amplifica sobre el sistema financiero y los consumidores son los que pagan el precio”, agregó.
Por su parte, la senadora demócrata, Elizabeth Warren, afirmó en su cuenta de Twitter, que “el fracaso de Slivergate es decepcionante pero predecible”.
“Advertí de la actividad riesgosa, sino ilegal de Slivergate y notifiqué varias fallas de diligencia. Ahora, los clientes deben ser compensados y los reguladores tomar medidas ante el riesgo cripto”, manifestó Warren.
Si bien, firmas como Binance aclararon que no poseen vínculos con Slivergate, la caída repercutió en la cotización de las criptomonedas: el bitcoin registraba este mediodía una caída de 2,36% y cotizaba a US$ 21.600, según el portal Coinmarketcap.
Con información de Télam
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