La Reserva Federal (FED) de los Estados Unidos anunciará esta tarde el primer incremento en sus tasas de interés de referencia desde diciembre de 2018, con el objetivo de poner bajo control la inflación en ese país, cuyo índice marcó 7,9% interanual en febrero, la mayor cifra en cuarenta años.
El mercado da por hecho que hoy, tras la reunión monetaria mensual de dos días que realiza la FED, se anuncie un incremento en las tasas de, al menos, 25 puntos básicos (0,25%), algo que hace dos semanas el presidente de la entidad, Jerome Powell, anticipó en un discurso dirigido al Congreso estadounidense.
Sin embargo, aún se desconoce si la FED adoptará una postura agresiva o más cautelosa durante el resto del año.
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Desde el inicio de la pandemia de coronavirus, las tasas de la FED se mantienen en rangos mínimos de entre 0% y 0,25%, el menor nivel posible; con el objetivo de morigerar los efectos de la crisis económica.
A medida que se fueron eliminando las restricciones, la economía estadounidense comenzó un rebote sostenido, creciendo 5,7% durante 2021, al mayor ritmo en los últimos 37 años y superando los niveles previos a la pandemia.
Sin embargo, la recuperación vino de la mano de un alza en la inflación, la cual se espera que se agrave debido a los mayores valores internacionales en las commodities de alimentos y energía a causa de la guerra en Ucrania.
Luego de una década en la cual los precios se situaron con un promedio de suba del 2% anual (acorde con las metas de las FED), la inflación comenzó su repunte a principios del año pasado, superando el 4% en abril, el 5% en mayo, el 6% en octubre, el 7% en enero, para finalmente marcar 7,9% interanual en febrero, un número inédito desde enero de 1982.
A los mayores precios de las commodities se añade un desajuste entre oferta y demanda.
Mientras que la demanda se vio beneficiada con beneficios y estímulos otorgados por el Gobierno que impulsaron al consumo; la oferta se enfrentó con múltiples problemas en las cadenas de suministro globales, un mayor costo del transporte y, en algunos casos, la escasez de fuerza laboral para sus establecimientos.
Según un grupo de economistas consultado por la agencia Bloomberg, se espera que los pronósticos de la FED indiquen que la entidad hará cuatro subas en las tasas durante este año, y tres más en 2023.
Sin embargo, existe incertidumbre acerca del desenvolvimiento de la economía y el comportamiento de la inflación durante el resto del año, y algunos bancos prevén hasta siete subas durante este año, aunque existe cautela ya que una postura demasiado agresiva podría derivar en el enfriamiento de la economía, e incluso en su recesión.
Además de las tasas de interés, otra herramienta utilizada por la FED para financiar la economía es su programa de compra de activos (que incluye bonos del tesoro y títulos hipotecarios), el cual finalizó este mes, antes de lo previsto originalmente, luego de reducir sus montos de forma progresiva desde mediados del año pasado.
El programa llegó a alcanzar en su pico los US$ 120.000 millones al mes, y ahora, tras su finalización, el balance de la FED alcanza los US$ 8,9 billones (36% del PBI estadounidense), el doble que antes de la pandemia.
Con información de Télam