El bitcoin, la criptomoneda más utilizada en el mundo, cerró junio alcanzando el segundo trimestre consecutivo de subas con un alza de 7%, tras un 2022 donde cayó más del 60% en un sector donde se perfila como el ganador de los últimos meses a instancias de las monedas más pequeñas o alternativas a las tradicionales (altcoins).
Parte del optimismo en las últimas semanas se ve fundado por el hecho de que fondos de inversión como Blackrock y Fidelity, solicitaron a las autoridades reguladoras permisos para operar con fondos cotizados en bitcoin en la bolsa de Estados Unidos.
Esto hizo que hace dos semanas superara la marca de los US$ 30.000, a la cual no llegaba desde abril último.
Este contenido se hizo gracias al apoyo de la comunidad de El Destape. Sumate. Sigamos haciendo historia.
No obstante, este apetito por el bitcoin, que ya suma un alza en lo que va del año de 84%, no se hace extensivo a todo el mundo de las criptomonedas.
La Comisión de Bolsa y Valores (SEC) demandó en las últimas semanas a plataformas como Binance y Coinbase por ofrecer a los usuarios criptomonedas que no están registradas como valores ante las autoridades.
De hecho, si de las 100 principales criptomonedas, se toman sólo a las últimas 50 del ranking, su valor cayó un 25% en el último trimestre en su conjunto, según la agencia de noticias Bloomberg.
Se trata de la mayor divergencia de rendimiento en el bitcoin y este grupo desde el último trimestre de 2020.
Binance Coin, Cosmos, Chiliz, Near, Flow, Dash, Nexo, Solana, Terra USD, Cardano y Polygon son algunas de las 19 alt coins (criptomonedas alternativas) que fueron nombradas por la SEC el mes pasado.
Desde estos movimientos del organismo, las 19 criptomonedas en su conjunto perdieron casi US$ 16.000 millones en valor de mercado, según CryptoQuant.
Si finalmente son clasificadas como valores (securities), estas criptomonedas y las plataformas que las ofrecen quedarán bajo regulación de la SEC; y posiblemente tengan que ser quitadas de las mismas siendo su intercambio severamente restringido.
El bitcoin no es nombrado en ninguna de estas denuncias pues la SEC no lo considera un valor donde se espera que proporcione un retorno derivado de los esfuerzos de una persona o firma- sino más bien como un commoditiy por la forma en que se creó y se distribuye, sin una autoridad central detrás de él y generándose a través de un proceso de código abierto.
El domino del bitcoin probablemente se refuerce dada la incertidumbre en la regulación, opinó Caroline Mauron, cofundadora de la proveedora de derivados de activos digitales OrBit Markets.
Además de los problemas de las criptos más pequeñas y el anuncio de los fondos en Wall Street, el bitcoin goza de buenas señales desde lo macroeconómico.
Las criptomonedas son permeables a la economía real y los inversores recibieron como una buena señal las intenciones de los principales bancos centrales de dar por finalizado en los próximos meses sus subas en las tasas de interés, las cuales, desde 2021, afectaron a los valores volátiles como las acciones en bolsa y las propias cripto.
La meta de llegada del ciclo de ajuste de la Reserva Federal está a la vista, dijo Tony Sycamore, analista de mercado en IG Australia, quién proyecta que el bitcoin seguirá en alza en el tercer trimestre y superaría los US$ 32.000.
En cambio, según el analista Jamie Douglas Coutts, el pesimismo en torno del mercado de las altcoins podría persistir por varios meses más.
Se espera, por tanto, una mayor concentración en el mundo de las criptomonedas por el bitcoin, que ya representa casi 49% del valor de mercado total, cifrado en US$ 1,2 billones, según datos de CoinGecko.
Con información de Télam