El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, presentó un proyecto presupuestario para 2023 que propone aumentar los impuestos a los más ricos. Además, impulsa un gasto mayor en la "lucha contra la agresión rusa" en Ucrania y contra el crimen en el país del Norte.
El proyecto "envía un claro mensaje de que valoramos la responsabilidad fiscal, la seguridad dentro y fuera del país y las inversiones necesarias para continuar nuestro crecimiento equitativo y construir un mejor Estados Unidos", explicó Biden al presentar el plan. El paquete propuesto por la Casa Blanca, que destina 5,8 billones de dólares para el período que va del 1 de octubre de 2022 al 30 de septiembre de 2023, deberá ser votado por el Congreso, controlado por estrecho margen por los demócratas.
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La novedad de la propuesta establece un "impuesto mínimo" que "solo se aplicaría al 0,01% de los hogares más ricos -aquellos con más de 100 millones de dólares- y más de la mitad de los ingresos provendrían solo de los multimillonarios", precisó la Casa Blanca en un comunicado.
"Esto garantizaría que en un año paguen al menos el 20% de sus ingresos totales en impuestos sobre la renta", agregó el jefe de Estado. La propuesta responde a una demanda que desde hace tiempo reclama el ala izquierda del Partido Demócrata para luchar contra la desigualdad. El año pasado se consideró una propuesta similar como parte de las negociaciones del plan "Reconstruir mejor" (Build Back Better), un vasto proyecto de ley de gasto social y ambiental.
Sin embargo, el gobierno de Biden renunció a ello en octubre para tratar de salvar el plan, que finalmente se estancó debido a las divisiones entre los demócratas en el Congreso. El presupuesto de 2023 también planea aumentar la tasa del impuesto sobre las sociedades al 28%, lo que revertiría la legislación aprobada en 2017 por expresidente Donald Trump (2017-2021) que la redujo al 21%.
"Aunque sus ganancias se dispararon, su inversión en nuestra economía no lo hizo: las exenciones fiscales no llegaron a los trabajadores ni a los consumidores", justificó la Casa Blanca. En la misma línea, recalcó que la nueva tasa es la más baja para las grandes empresas desde la Segunda Guerra Mundial, excepto en los años posteriores al recorte impositivo de 2017.
Alianza con la OTAN
La Casa Blanca también propone destinar 6.900 millones de dólares para ayudar a la alianza atlántica OTAN y a la "lucha contra la agresión rusa" a Ucrania; así como 1.000 millones adicionales de asistencia para Kiev, lo que engrosaría otras ayudas ya desembolsadas.
A nivel nacional, el plan incluye 3.200 millones de dólares para aumentar el número de policías sobre el terreno, 30.000 millones para combatir la criminalidad y 1.700 millones de dólares para incrementar los recursos para combatir la violencia con armas de fuego. En tanto, el plan prevé 1.400 millones para la Asociación Internacional de Fomento del Banco Mundial, lo que, en palabras de la Casa Blanca, "restablece el papel histórico de Estados Unidos como el mayor donante del Banco Mundial para apoyar el desarrollo de los países de ingresos bajos y medios".
Con información de Télam