El precio del barril de petróleo bajó hoy en Nueva York debido a las flojas cifras económicas chinas, luego de que el inesperado recorte de las tasas de interés por parte de Beijing no resultó lo suficientemente sustancial como para apuntalar la recuperación del país, después de la crisis sanitaria y los confinamientos por el brote de Covid-19.
El barril de la variedad WTI bajó 1,9% y cerró en 81 dólares; mientras que el tipo Brent cayó 1,5% y se pactó en 84,90 dólares, según cifras suministradas por el New York Mercantil Exchange (NYMEX).
Barclays redujo su pronóstico para la expansión del PBI de China en 2023 al 4,5%, debido a un deterioro más rápido de lo esperado en el mercado inmobiliario, según reportó la agencia Bloomberg.
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Con algo más de optimismo, la producción de las refinerías del mayor importador petrolero mundial aumentaron en julio un 17,4% respecto al año anterior, ya que la actividad se mantuvo elevada para satisfacer la demanda de los viajes nacionales del verano boreal y sacar provecho de los altos márgenes de beneficio regionales mediante la exportación de combustible.
En este marco, los temores sobre el crecimiento económico a nivel mundial se multiplicaron por todo el planeta.
Los datos económicos chinos continúan decepcionando, mientras que indicadores de Estados Unidos, como las ventas minoristas, se mostraron más fuertes, y los participantes del mercado están preocupados porque esto podría significar nuevos aumentos en las tasas de interés por parte de la Reserva Federal (FED).
El debilitamiento del interés de los inversores en activos de riesgo se produce a pesar de que los mercados físicos continúan mostrando signos de fortaleza.
Los analistas prevén que los inventarios de crudo en el centro de entregas de Cushing, Oklahoma, se ubiquen en su nivel más bajo desde abril.
Por el lado de la oferta, los suministros se han vuelto cada vez más escasos desde fines de junio, luego de que Arabia Saudita y Rusia, redujeran su producción.
Por el lado de la demanda, el consumo también ha sido más robusto de lo que esperaban muchos observadores.
La Agencia Internacional de Energía (AIE) estima que la demanda global ha estado funcionando a un ritmo récord, y en los EEUU, las cifras de la Administración de Información de Energía (EIA) mostraron niveles máximos durante la estación estival.
Todo parece efímero toda vez que el gasto del consumidor y la producción industrial han decepcionado, el desempleo ha repuntado y la crisis bancaria no parece haberse disipado.
Los contratos de futuros de gas natural para entrega en septiembre bajaron 4,7% y se negociaron en 2,67 dólares por millón de BTU.
Finalmente, el oro bajó 0,5% y cerró en 1.934 dólares por onza.
Con información de Télam
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