Este lunes, un estudio de abogados presentó una denuncia por la estafa cripto de $LIBRA ante el gobierno de Estados Unidos y pidió que se investigue al presidente Javier Milei. El mandatario, no obstante, viajará igual al país norteamericano esta semana para una cumbre conservadora. En este contexto, lo que suceda en Estados Unidos puede ser clave en esta crisis. Por eso, un antecedente se vuelve clave. En la primera investigación judicial sobre el accionar de estructuras de estafadores en el mundo de las criptomonedas, hace apenas cuatro meses, la Justicia de Estados Unidos acusó a 18 personas y entidades y logró desbaratar a una organización con ramificaciones en varios países y recuperar US$25 millones.
"Esta investigación, la primera de su tipo, identificó a numerosos estafadores en la industria de las criptomonedas", sostuvo el fiscal federal interino Joshua Levy de Boston. "Estos son casos en los que una tecnología innovadora, la criptomoneda, se encontró con un esquema centenario: el de la estafa de bombeo y descarga. El mensaje de hoy es que si haces declaraciones falsas para engañar a los inversores, eso es fraude", agregó.
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La información fue difundida por el IRS (el organismo recaudador de impuestos, similar al ARCA argentino) que formó parte de la investigación a través del IRS-CI que es el brazo de investigación criminal, responsable de realizar investigaciones de delitos financieros.
Cuatro acusados se declararon culpables, otro acusado aceptó declararse culpable y las autoridades han detenido a otros tres acusados en Texas, el Reino Unido y Portugal. También incautaron más de US$25 millones en criptomonedas y desactivaron varios robots comerciales responsables de operaciones de lavado por valor de millones de dólares en aproximadamente 60 criptomonedas diferentes.
Según los documentos de acusación, los acusados que crearon empresas de criptomonedas hicieron declaraciones falsas sobre sus criptomonedas (“tokens”) y ejecutaron operaciones simuladas con esos tokens (“operaciones de lavado”) para crear la apariencia de una actividad comercial que haría que los tokens parecieran buenas inversiones.
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Estas tácticas engañosas supuestamente atrajeron a nuevos inversores y compradores, lo que resultó en un aumento en los precios comerciales de los tokens. Luego se alega que los acusados vendieron sus tokens a precios inflados artificialmente, un fraude comúnmente conocido como “pump and dump”.
La más grande de estas empresas de criptomonedas, Saitama, en un momento dado tuvo un valor de mercado multimillonario. También estuvieron involucradas SaitaRealty y SaitaChain, Robo-inu, VZZN, Finanzas de Lillian e Inteligencia artificial de NexFund.
Todos puntos en común con el lanzamiento de $LIBRA, la moneda impulsada por el presidente argentino Javier Milei.
Crearon la idea de que había una actividad comercial genuina detrás, los préstamos para la inversión que se canalizarían a través de Viva La Libertad Project (https://www.vivalalibertadproject.com), hicieron crecer rápidamente el valor de los token y después las tres principales billeteras se llevaron los fondos recaudados y dejaron sin liquidez a la moneda que se desplomó.
Como Saitama, $LIBRA llegó a tener un valor de capitalización bursátil de $4.500 millones y en menos de tres horas se desplomó hasta unos US$200 millones, lo que la investigación de la Justicia de Boston describió como “pump and dump”.
Tres creadores de mercado (ZM Quant, CLS Global y MyTrade) y sus empleados están acusados de realizar operaciones de lavado de activos y/o conspirar para realizar operaciones de lavado de activos en nombre de NexFundAI (una empresa de criptomonedas y tokens creados como parte de la investigación del Gobierno). Un cuarto creador de mercado, Gotbit, su director ejecutivo y dos de sus directores también están acusados de perpetrar un plan similar.
La investigación judicial liderada por el FBI y el IRS alcanzó a todos los participantes, las empresas que idearon la estafa y las personas que se prestaron para que se pueda concretar. “Lo que el FBI descubrió en este caso es esencialmente un nuevo giro en los delitos financieros de la vieja escuela. La 'Operación Token Mirrors' tenía como objetivo a desarrolladores, promotores y creadores de mercado de tokens nefastos en el espacio de las criptomonedas”, dijo Jodi Cohen, agente especial a cargo de la Oficina Federal de Investigaciones, División de Boston.
“Lo que descubrimos ha dado lugar a cargos contra los líderes de cuatro empresas de criptomonedas y cuatro 'creadores de mercado' de criptomonedas y sus empleados, acusados de encabezar un sofisticado plan comercial que supuestamente estafó a inversores honestos por millones de dólares”, dijo Jodi Cohen. “El FBI tomó la medida sin precedentes de crear su propio token y empresa de criptomonedas para identificar, desbaratar y llevar a estos presuntos estafadores ante la Justicia”, añadió.
La Comisión de Bolsa y Valores de Estados Unidos (SEC, por sus siglas en inglés) presentó denuncias civiles alegando violaciones de las leyes de valores en relación con la conducta en Gotbit, CLS, ZM Quant, Saitama y Robo Inu.
En la investigación participaron el Servicio de Impuestos Internos (IRS-CI), los Agregados Jurídicos del FBI (Madrid y Londres), el Equipo de Búsqueda Activa de Fugitivos de la Red Europea de Policía Judicial de Portugal (ENFAST), la Unidad Nacional de Extradición de la Agencia Nacional contra el Crimen del Reino Unido y la Sección de Delitos Informáticos y Propiedad Intelectual de la División Penal del Equipo Nacional de Aplicación de la Ley sobre Criptomonedas.
El FB recomendó a los damnificados, a los que creen que pueden haber sido víctimas e incluso a las personas que sin perder fondos participaron de las operaciones con las criptos investigadas que se presenten como damnificados a la Justicia.