La sequía que afecta a la provincia de Entre Ríos y la falta de lluvias que se registra en los últimos meses provocó un deterioro y caída de la condición del girasol, el arroz y el sorgo sembrado, según un informe de la Bolsa de Cereales local.
La actual sequía es calificada como la peor de los últimos 60 años, según los registros provinciales.
Si bien existen áreas y lotes con una mejor disponibilidad de humedad, en general se registra un "grave escenario" para el corto plazo, con un retraso en las siembras y fuertes consecuencias sobre los cultivos de la cosecha gruesa de la campaña 2022/23.
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Para Entre Ríos, un valor normal de lluvia acumulada entre junio y noviembre se ubica en 430 milímetros, un volumen sensiblemente superior a los 240 milímetros registrados este año.
La situación afectó la producción de forraje del campo natural y pasturas, principal insumo en la alimentación de la ganadería de cría, recría y tambo, con una tasa de crecimiento del campo natural muy baja o nula y con un desarrollo muy escaso.
En Entre Ríos se sembraron con girasol unas 18.000 hectáreas que se mantienen entre inicio de floración y madurez fisiológica (cercano a cosecha), pero afectadas por las condiciones climáticas que redujeron en un 12% el área calificada entre buena y muy buena (76%) e incrementaron la zona regular (24%).
Dentro de la condición regular se encuentran lotes donde las plantas presentan escaso desarrollo y capítulos pequeños afectados por el estrés térmico donde se evidencia el secado de las brácteas del capítulo y daños del viento.
Respecto al arroz, la entidad bursátil estimó que existen unas 52.000 hectáreas implantadas con el grano, de las cuales un 12% se mantiene en muy buen estado, un 78% en buena condición, y un 10 por ciento presenta regular o mal estado.
Allí se detectaron problemas de nacimientos y bajo stand de plantas, por lo que iniciarán resiembras y se mantienen atentos a contrarrestar las malezas con herbicidas, con refertilizaciones en cultivos que ingresaron en la etapa de diferenciación de primordio floral.
Asimismo, los productores entrerrianos se mantienen "preocupados por el riego" ya que en las represas la recarga de agua es "escasa o nula por la falta de precipitaciones", lo que se suma al incremento del gasto de agua en el primer riego, con el suelo "muy seco".
En lo que respecta al sorgo, la entidad bursátil dijo el desarrollo del cultivo será "complejo" en las 102.000 hectáreas sembradas, una superficie 15% a la de la campaña anterior.
Por otra parte, el organismo estimó que se destinarán unas 70.000 hectáreas con maíz de segunda en la campaña agrícola 2022/23, un 46% más (22.200 hectáreas) que en el ciclo anterior,
Con información de Télam