Entre Ríos es la segunda provincia productora de miel y derivados, detrás de Buenos Aires, con 225 salas de extracción y 24 fraccionadoras habilitadas, que representan 21% del total nacional, informó el Gobierno entrerriano.
Con todo su territorio apto para la producción de miel, cera, polen, jalea real y propóleos, en la provincia unos 3.350 productores aproximadamente poseen unas 840.000 colmenas distribuidas en 11.080 apiarios.
El gobernador Gustavo Bordet consideró días atrás que el desafío más importante es "poder llegar a cualquier góndola del mundo con un producto envasado que tenga la marca, identidad e identificación de Entre Ríos".
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Esta economía regional "es diferente a otras", apuntó, ya que tiene las particularidades del "enorme sacrificio y tenacidad que pone cada productor para obtener el fruto" y de la asociación "desde lo colectivo para lograr un objetivo a través del cooperativismo".
La cadena de valor sostiene económicamente a casi 10.000 familias, entre productores y otros actores vinculados a la comercialización de productos e insumos relacionados.
En ese sentido, el coordinador de Apicultura entrerriano, Facundo Rey, remarcó las importancias de las cooperativas apícolas: actualmente existen 25 entidades con unos 800 productores, de las cuales 14 conforman la Federación de Cooperativas Apícolas (Fecaer).
"Este modelo asociativo funciona como catalizador para incorporar nuevas tecnologías que preservan la condición del producto como un alimento saludable, ecológico y orgánico", precisó Rey.
Argentina es el tercer productor detrás de China y Estados Unidos, y representa, según el Consejo Federal de Inversiones (CFI), 70% de la miel producida en el hemisferio sur del continente americano.
En 2018 las exportaciones apícolas entrerrianas ascendieron a US$ 14,4 millones, en 2019 las ventas externas ascendieron a US$ 12 millones, y en 2022 alcanzaron los US$ 20.483.502,91, y sus principales destinos fueron Estados Unidos, Alemania, España, Japón, Bélgica, Suiza, Francia, Italia, Indonesia y Reino Unido.
La sequía que afecta a la región desde hace casi tres años, calificada como la peor de los últimos 60 años, y las lluvias muy por debajo de los registros normales históricos tuvieron efectos devastadores en la producción de miel de Entre Ríos, que cayó de más de 14.000 toneladas en la campaña 2021/22 a menos de 5.000 en el 2022/23.
A pesar de ello, Argentina "aumentó considerablemente de forma interanual la cifra de productores registrados -de 11.532 a 19.163- y colmenas -de 2,5 millones a cerca de 3,95 millones-", resaltó el funcionario provincial.
También destacó políticas públicas para el fortalecimiento estratégico de la cadena, como el Laboratorio Provincial de Análisis de Mieles o el Plan Sanitario Apícola, que reúne todos los aspectos sanitarios de la apicultura para la construcción de información precisa sobre enfermedades de la colmena.
Además, Entre Ríos cuenta con una "Escuela de Formación Apícola", en la que se desarrollan capacitaciones para aumentar las capacidades locales de las familias apícolas; y avanzan en proyectos de innovación aplicados en apiarios centinela.
El estudio de distintos aspectos productivos y sanitarios permitan desarrollar alertas tempranas de problemas en las colmenas en coordinación con el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA).
Con información de Télam