En el Gobierno observan algunos datos de consultoras internacionales especializadas en temas vinculados a los hidrocarburos y minería para vaticinar la posible reversión de una balanza comercial energética en el mediano plazo, que en 2022 se llevó 4800 millones de dólares.
Para el titular del Banco Central, Miguel Angel Pesce, de concretarse los diferentes proyectos de infraestructura que están en carpeta – gasoductos, oleoductos y una planta de licuefacción para procesar GNL – más un incremento de las ventas de minerales, dicha balanza podría pasar a un plano positivo estimado entre los 8000 y 10.000 millones de dólares.
Uno de los datos que observan en el equipo económico fue elaborado por la consultora McKinsey and Company: “La Argentina puede triplicar su producción de petróleo y en el caso del gas, aumentarlas un 50 por ciento y de esa manera recibir inversiones (flujo de capitales) en el orden de los 50.000 millones de dólares en los próximos diez años”.
“Este año, el déficit energético se revertirá o achicará considerablemente. El año pasado tuvimos un déficit energético cercano a los 4800 millones de dólares, con un incremento interesante en las exportaciones de petróleo. Este año deberían crecer las ventas energéticas al exterior”, explicó Sebastián Menescaldi, de la consultora EcoGo, en diálogo con El Destape.
Según datos del Indec, las exportaciones del complejo petrolero-petroquímico totalizaron el año pasado los 9297 millones de dólares, el 10,5% de las exportaciones totales. El incremento interanual fue del 78,5%. Es un dato relevante, teniendo en cuenta que el complejo sojero sólo creció un 6%, aunque representó el 31 por ciento del total de exportaciones.
En el mercado piensan que la inflación correrá muy por arriba del dólar en los próximos años, entre otras cosas, porque se espera un gran ingreso de dólares a partir del segundo semestre de 2024 cuando maduren las inversiones energéticas y se mantenga la suba de exportaciones.
“Con la inauguración el gasoducto en junio y la inauguración de dos plantas compresoras más para julio y agosto, lograremos una capacidad de transporte desde Vaca Muerta. Con todo funcionando, el ahorro fiscal podría llegar a los 3000 millones de dólares”, explicaron a El Destape desde la cartera de Energía. Recursos que podrían quedar liberados para profundizar diferentes políticas públicas y al margen de las exigencias del FMI.
De todas maneas, la apuesta a un pleno exportador no garantiza, por sí misma, ninguna estrategia de desarrollo federal ni la paz macroeconómica. La posible reversión de la balanza energética deficitaria debería disparar otra pregunta: ¿cómo captar parte de esa renta para potenciar las distintas regiones del país? Por caso, el candidato a gobernador por Neuquén, Ramón Rioseco propuso elevar las regalías de 12 al 24 por ciento. ¿Qué podrían hacer las provincias con esos mayores ingresos? ¿Cuál es el rol que debería jugar el Estado nacional?
“El incremento de las exportaciones energéticas forma parte de una agenda de mediano plazo. Las buenas perspectivas para el país son a mediano plazo. Todavía falta infraestructura, como el gasoducto Néstor Kirchner o la planta de licuefacción. Hay que resolver las cuestiones macroeconómicas para destrabar estas inversiones”, explicó Sergio Chouza, de la consultora Sarandí.
En el Gobierno toman supuestos bien moderados para pensar en una balanza energética positiva que podría ubicarse entre los 8000 y 10.000 millones de dólares: las estimaciones se basan en precios internacionales de los commodities estables, al igual que campañas agrícolas sin sobresaltos (ni sequía ni grandes supercosechas), un precio actual del GNL más estable que cuando se disparó la guerra entre Rusia y Ucrania. En estos guarismos, los funcionarios del equipo económico y el BCRA también estiman un incremento de las exportaciones mineras que podrían llegar a los 18.000 millones de dólares en 2030, cuando en 2022 fueron de 5600 millones de dólares, según el último dato del Indec.
“Todavía son muchos supuestos que hay que tener en cuenta”, aclaran desde Gobierno.