El Gobierno de Javier Milei destacó que ya fue normalizado el faltante de gas que sufrió la industria la última semana. Sin embargo, tanto expertos como industriales advierten que el próximo invierno, que asoma más frío de lo habitual, puede derivar nuevamente en los mismos inconvenientes, mientras que las empresas pueden sufrir el sobrecosto de las malas políticas oficiales.
La semana pasada, la Secretaría de Energía dispuso el corte de suministro de gas a usuarios industriales con contratos interrumpibles y a estaciones de GNC, como parte de su necesidad de asegurar la demanda para los usuarios residenciales, así como para hospitales y colegios.
"Estamos en el invierno más crudo en los últimos 44 años", aseguró el vocero presidencial, Manuel Adorni, como parte de la estrategia oficial de culpar al clima por la situación. Sin embargo, voces críticas señalaron especialmente a la suspensión de la ampliación de la capcidad del Gasoducto Néstor Kirchner, en el marco de la paralización de la obra pública, así como a la falta de previsión y los errores administrativos con el barco de Petrobras que finalmente logró reabastecer la demanda con normalidad.
El secretario de Energía, Eduardo Rodríguez Chirillo, destacó el viernes que "se normalizó totalmente el suministro a estaciones de GNC", anticipó que terminarán la ampliación del Gasoducto Néstor Kirchner y negó que hubiera falta de previsión al destacar la contratación de 29 barcos en el verano, previo al la llegada inesperada del frío otoño.
La perspectiva sobre el gas para este invierno
Más allá de este panorama oficial y de las justificaciones del funcionario, la duda es si la situación de faltante puede repetirse durante este próximo invierno.
Juan José Carbajales, titular de la consultora energética Paspartú, señaló que todavía resta la llegada y descarga de nueve barcos de GNL de aquí a inicios de julio. Y agregó que la industria debería poder ser abastecida sin problemas en los próximos meses entre estos buques y el gasoil derivado a CAMMESA para la generación de electricidad.
Pero otros son menos optimistas. Martín Bronstein, economista del Centro de Estudios de Energía, Política y Sociedad (CEEPyS), advirtió sobre las posibles consecuencias del déficit en materia de gestión energética. "Estamos en un contexto de incertidumbre ante el mal manejo de la política energética de esta gestión", sobre todo por el retraso en el Gasoducto Néstor Kirchner. "Trataron de ahorrar lo más posible en la compra de barcos de GNL y esto terminó impactando en el sistema", agregó a El Destape.
Por ello, Bronstein remarca que, basándose en la disponibilidad parcial del gasoducto, el Gobierno contrató este año solo 20 barcos de GNL contra 44 que habían sido contratados en 2023 a esta altura del año, pero que esto puede no ser suficiente si el clima sigue siendo mas frío que lo esperado: "Si el Gobierno no se toma en serio la política de abastecimiento de gas, puede volver a ocurrir (que haya faltante durante el invierno). Un Gobierno debe contemplar imprevistos como el que sucedió. Es fácil echarle la culpa al clima".
Además, el economista de CEEPyS cifró este déficit de gestión en unos 800 millones de dólares: 500 millones por lo que debió importarse de GNL ante la falta de finalización de GPNK y otros 300 millones por los barcos de gasoil que debieron importarse de urgencia para la generación de electricidad.
Con todo, hay otro problema de costos: el que sufre directamente la industria. Carbajales remarcó que, por ahora, la oferta del GNL importado desde el 4 al 30 de junio que lanzó ENARSA para los usuarios industriales, a 14 dólares por MMBTU, quedó desierta. Es decir, en las próximas semanas los empresarios deberán resolver si se arriesgan a quedarse sin energía o si pagan el sobrecosto de la mala gestión oficial.
En el sector ya hay voces que se representan que la situación de faltante puede volver a ocurrir durante el invierno. "Gas tenemos, así que es de esperar que surja una solución", señaló a este portal el vocero de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), Salvador Femenía. Aun así, advirtió que "es preocupante por lo que se puede perder o se deja de producir. Sobre todo si pensamos que puede haber una reactivación, (el faltante de gas) sería un escollo grave para la producción".