Ante el faltante de gas que sufrió el país a causa de la falta de previsión del Gobierno, la exsecretaria de Minería y de Energía Flavia Royon explicó el estado de las obras en el Gasoducto Néstor Kirchner (GPNK) y la necesidad de terminar las plantas compresoras que aseguren el abastecimiento. Argentina debió pagar unos 500 millones de dólares para traer barcos del exterior con suministro extra que contenga la demanda en medio de la ola polar.
A través de la red social X, Royon explicó que "el GPNK está terminado y operativo desde julio 2023 con capacidad de 11 mm3/dia", lo cual "posibilita el récord de producción y superávit que hoy se festeja". Sin embargo, remarcó que para duplicar su capacidad "es necesario terminar las plantas compresoras".
"La planta se Tratayen se entregó con 82% de avance. Sin deudas. Estaban prevista para octubre del 2023 pero hubo demoras técnicas y climáticas. Era necesario firmar una adenda que lo debiera haber hecho la actual gestión para continuar la obra y llegar a mayo de 2024", detalló la exfuncionaria. Este tipo de obras "son complejas y cualquier demora impacta, más atravesadas por un cambio de gestión", agregó. Y puntualizó: "Para poder llegar hay que seguir muy de cerca el avance. Se puede y lo hicimos".
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Por último, concluyó: "Más allá de estas situaciones de demora con la infraestructura conocidas se subsana con planificación para evitar faltantes y cortes".
Por qué el barco de Petrobras llegó Escobar pero no descargó el gas
La crisis energética auto-infringida por el Gobierno tuvo este martes un nuevo capítulo. Ante la falta de gas que generaron los malos cálculos de importación de combustible y la parálisis en las obras del Gasoducto Néstor Kirchner, Enarsa compró el fin de semana de urgencia un cargamento de GNL a Petrobras que debía empezar a regasificar este martes por la noche. La adquisición, inédita por ser de forma directa y no por licitación, se realiza mientras Cammesa subasta la operación para la compra de 12 cargamentos de GNL. Se esperaba que el barco descargara el martes a la noche el GNL para su regasificación y así aliviar la situación, pero, como el Banco Central no pudo acreditar el pago por el cargamento, Petrobras no autorizó el desembarco.
Frente a la urgencia por garantizar el abastecimiento, en días de faltante de gas y cortes del suministro en industrias, estaciones de servicio y grandes comercios, la empresa estatal Enarsa compró un cargamento de 44 millones de metros cúbicos de Gas Natural Licuado (GNL) en forma directa, sin licitación pública, a Petrobras. No hay antecedentes de una compra directa de Enarsa a un proveedor de GNL dado que, al ser una empresa estatal, está obligada a realizar licitaciones internacionales que habiliten la participación de distintos oferentes.
Fuentes privadas indicaron que el cargamento iba a aportar 44 millones de m3 de gas natural. El objetivo del gobierno es tratar de descomprimir la sorpresiva crisis del gas que puso en jaque el despacho de energía en todo el país. El costo de la compra se habría ubicado en 13 dólares millón de BTU, un valor que más que triplica el precio del gas de Vaca Muerta, que se comercializa en 4 millones de BTU, pero no puede aprovecharse porque no está la obra de reversión del Gasoducto.