En uno de los días de más calor de este fin de semana largo, primero Edesur y luego Edenor tuvieron serios problemas en el suministro y dejaron a más de 23.000 hogares (17.000 Edesur y 6000 Edenor) sin energía en 15 localidades que operan. Las empresas justificaron la interrupción del servicio por los elevados niveles de calor y no por la falta de mantenimiento. La actual canciller Diana Mondino había anticipado un verano caótico en materia de suministro, lo que adjudicó a una supuesta reactivación de la economía. Pero la economía está estancada y los cortes fueron generalizados. Las empresas no invirtieron lo comprometido y el gobierno nacional decidió que los subsidios a la energía sean los únicos que se reduzcan a cero en un mes.
De acuerdo con los datos de la Oficina de Presupuesto del Congreso (OPC), las transferencias a las empresas de energía fue “cero”, pese a contar con un presupuesto adjudicado era de 2,8 billones de pesos. Las localidades bonaerenses bajo concesión de Edesur afectadas fueron Avellaneda, Berazategui, Esteban Echeverría, Ezeiza, Florencio Varela, Lanús, Presidente Perón, Almirante Brown, Lomas de Zamora, Quilmes, San Vicente y la Ciudad de Buenos Aires. Los usuarios afectados por los cortes de Edenor se encuentran en Escobar, Marcos Paz, Moreno, Pilar, San Fernando, General Rodríguez, Tigre, José C Paz, La Matanza, Malvinas Argentinas, Merlo, Morón, San Miguel y Vicente López.
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Uno de apagones fue adjudicado a un incendio en una sub-estación porteña, sin demasiadas explicaciones. Se asemeja al incendio en pastizales que tuvo lugar el macrismo y dejó sin energía a 20 millones de hogares.
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Tras reiterados reclamos, Edesur, que su controlante Enel busca vender, había rubricado un Acta Acuerdo con a la Secretaría de Energía la Nación, y quedando notificado el Ente Nacional Regulador de la Electricidad, con la finalidad de implementar y concretar proyectos de infraestructura de alta tensión de corto y mediano plazo que propendan a la mejora de la seguridad y confiabilidad del servicio público de distribución de energía eléctrica. La empresa había comprometido 12.245 millones de pesos en un año en que ganó 38.400 millones de pesos, triplicando el resultado de 2022.
Los subsidios, parte del ajuste de Milei
Por su parte, el Gobierno continuó con una parte de los subsidios hasta que en enero, Javier Milei se empecinó en mostrar un superávit presupuestario, recortando partidas clave. Pese a contar con un presupuesto de 2,8 billones de pesos para destinar en subsidios, el Gobierno no realizó transferencias a las empresas energéticas. El reporte reflejó que en el primer mes del año, no existieron transferencias devengadas a la energía desde el Ejecutivo. Lo mismo sucedió con los fondos destinados a las productoras de gas en el marco del Plan Gas.
Los subsidios energéticos le demandaron al Tesoro 9683 millones de pesos en 2023, según cálculos de la consultora Economía & Energía, lo que representó un 1,5 por ciento del PBI. Dicho monto tuvo un retroceso interanual del 22 por ciento (2661 millones de dólares).
El informe de la OPC alerta que el mayor impacto se empezará a sentir desde marzo, ya que el Gobierno realiza las transferencias en un plazo de 60 días. Sin embargo, como contrapartida para las arcas públicas, en las próximas semanas también se comenzará a percibir el recorte de subsidios, por los aumentos dispuestos para las tarifas de luz que alcanzan a los usuarios de ingresos altos, comercios e industrias desde este mes, y las subas que se esperan para el gas desde marzo.
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