El jefe de gabinete, Nicolás Posse, y el ministro de Economía, Luis Caputo, recibieron a directivos de la empresa eléctrica italiana Enel, quienes manifestaron la suspensión de la venta de Edesur. Además, apoyaron las reformas económicas que desregulan la actividad del sector energético, una propuesta incluida en la Ley Bases.
"La desregulación y el futuro del sector representan un gran desafío tras el mal manejo durante años que llevaron a la falta de inversión y desarrollo", señaló un comunicado oficial. En representación de la empresa participaron Flavio Cattaneo, CEO global de Enel; Claudio Weyne Cunha, gerente de Argentina; Alejandra Martínez, directora de Relaciones Externas; y Juan Carlos Blanco, presidente de Edesur.
Enel es una empresa multinacional productora y distribuidora de energía eléctrica y gas, cuyo principal accionista es el Estado italiano y con sus actividades centradas principalmente en los mercados de Europa y América Latina. En el país cuenta con la hidroeléctrica El Chocón, la distribuidora Edesur y las líneas de interconexión con Brasil y de gas con Chile.
Se quedan por el tarifazo
La Secretaría de Energía oficializó los nuevos cuadros tarifarios de las empresas Edenor y Edesur y redujo de nueve a cuatro las categorías de consumo e incrementó la incidencia del cargo fijo en el monto final de la factura. En el comunicado oficial, la Secretaría de Energía había especificado las nuevas tarifas promedio para usuarios residenciales dando un ejemplo. Considerando un consumo promedio de 380 KV/h por mes, en el caso de los usuarios N1 (ingresos altos), una factura de 13.900 pesos pasaría a pagar 34.332 pesos, lo que representaba un incremento del 150 por ciento. En el caso de los usuarios N2 (ingresos bajos), para un mismo nivel de consumo y periodo, pasaría de 4.360 pesos a 7.415 pesos, lo que representa una actualización del 70 por ciento; y en caso de los N3 (ingresos medios), pasaría de 4.783 pesos a 7.850 pesos, equivalente a una diferencia de 65 por ciento. Pero las facturas que van a venir no van a reflejar estos aumentos, será mucho peor.
Aquellos usuarios que consuman más de 600 kWh por mes pagarán un cargo fijo de 30.391,2 pesos, sin importar su nivel de ingresos, a lo que habrá que agregarle el cargo variable y los impuestos. En los segmentos de mayor consumo las subas serán de entre 240 y 300 por ciento, mucho más altas que lo anunciado por la Secretaría de Energía originalmente. Pero también se pueden usar ejemplos con consumos mucho más bajos que igualmente sufrirán un tarifazo mucho mayor al anunciado oficialmente.
Este esquema castiga especialmente a los más pobres. Un hogar de ingresos bajos (N2) que consuma, por ejemplo, 610 kWh por mes va a pagar 30.391,2 pesos de cargo fijo y 19.264 pesos de cargo variable. Eso significa que deberá desembolsar 49.655 pesos sin impuestos, una cifra equivalente a un 306,5 por ciento más de lo que venía pagando hasta ahora. La suba se explica fundamentalmente porque el cargo fijo que debe abonar se disparó de 5.713,6 a 30.391,2 pesos, un 431 por ciento más.