La pandemia hizo estragos en el mundo, con una expulsión masiva del mercado laboral. En Argentina se perdieron 3,7 millones de puestos de trabajo en el segundo trimestre. El momento más agudo de la crisis parece haber pasado, ya que entre julio y septiembre se recuperon más de la mitad de estos empleos. De todos modos, la reactivación está lejos de ser inmediata.
Entre abril y junio se dio una acelerada destrucción de puestos de trabajo. Se habían contabilizado 3,7 millones de personas ocupadas menos en todo el país en relación con un año atrás. Ahora bien, entre julio y septiembre, 2 millones volvieron a tener empleo. Según el último informe del CETyD, se recuperaron durante los últimos meses más de la mitad de los empleos que se destruyeron al inicio de la pandemia hasta los 17,3 millones de personas.
La recuperación del mercado laboral fue protagonizada por quienes habían sido los principales afectados durante la etapa más álgida de la crisis: los trabajadores precarios. Cerca de la mitad de los asalariados informales y cuentapropistas que había perdido su empleo en el segundo trimestre del año logró reinsertarse laboralmente en el tercero.
“La flexibilización de las medidas de aislamiento y la recuperación paulatina de la actividad económica posibilitaron que ingrese nuevamente al mercado laboral una parte importante de la población que se había retirado ante la imposibilidad de buscar trabajo por las restricciones a la circulación”, explican desde el centro de estudios. Por eso la tasa de actividad pasó del 38,4% al 42,3% entre el segundo y el tercer trimestre del año.
La situación también permitió que un grupo de trabajadores que sí había mantenido la búsqueda de trabajo durante el segundo trimestre del año lo consiguiera en el tercero. Con esto, la desocupación se redujo del 13,1% al 11,7% del segundo al tercer trimestre.
Pese a esto, la reactivación aún no se encuentra garantizada. Durante los últimos meses, la reducción del número de asalariados formales logró moderarse. De hecho, en septiembre se registró un leve crecimiento de ese grupo de trabajadores, el primero desde el inicio de la pandemia. La recuperación aun es insuficiente para reparar el daño ocasionado por la pandemia, ya que el registro se mantiene 1,9 millón de empleados por debajo que en 2019.
El desempleo también se mantiene en niveles más degradados que los del año pasado. El 11,7% del tercer trimestre, que equivale a 2,1 millones de personas, supera por dos puntos porcentuales al 9,7% del mismo período de 2019, que representaba a 1,9 millones.
A todos estos indicadores aún les queda camino para alcanzar los mismos valores que el año pasado, que ya de por sí habían quedado golpeados por la crisis económica generada por el modelo macrista. Este piso puede alcanzarse con el crecimiento superior al 5% presupuestado para 2021 siempre que el Estado proponga un modelo de desarrollo, con mayor distribución del ingreso.
Por lo pronto, los trabajadores estatales tendrán un aumento de 25% y un bono de $ 4.000 después de la paritaria firmada en conjunto por UPCN y ATE por primera vez desde 2006. Esto implica una pérdida del poder adquisitivo de casi diez puntos, pero que se encuentra dentro del promedio de los cierres de este año, después del 30% de caída en el poder de compra durante la gestión de Mauricio Macri. Para el año próximo, los sindicatos esperan que esa expansión económica se traduzca en mejores condiciones de negociación.