De acuerdo a la información que surge del Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA), en diciembre de 2022, los asalariados registrados del sector privado crecieron un 0,23% y ya van 29 meses de aumento ininterrumpido. En términos absolutos, ya se recuperó la caída de la pandemia y casi todo el retroceso del periodo 2018-2019. Sin embargo, el costado negativo se vislumbró en los salarios, que sigue perforando mínimos históricos.
Los datos positivos lucen llamativos e importantes a la luz de una actividad que desde septiembre viene en caída, según el Indec. En comparación con un año atrás, el empleo registrado en el sector privado creció un 4,4%. Así, en un año se sumaron casi 265.000 nuevos trabajadores. De acuerdo al Observatorio del Derecho Social de la CTA Autónoma, Argentina atraviesa "el ciclo de creación de puestos de trabajo más alto de la última década".
Aún así, el salario real medido por el RIPTE (remuneración promedio) no arrancó bien el 2023. En enero creció un 3,8%, lejos del 6% que marcó la inflación. En relación a enero de 2022, perdió un 5,6% y se ubica un 4,2% abajo de diciembre de 2019. De esta forma, sigue perforando mínimos y para encontrar un valor menor hay que remontarse a abril de 2006.
Los detalles del crecimiento del empleo
A nivel sectorial se destaca el salto del empleo registrado en hotelería y gastronomía y construcción, que en 2022 tuvieron un aumento del 17,8% y 14,1% respectivamente. En tanto, minería (8%), comercio (5,9%) e industria (4%) también tuvieron incrementos muy importantes
Una parte del aumento de construcción y hotelería y gastronomía se debe a la recuperación post pandemia (son las que más cayeron y tardaron más en repuntar), pero aún si se excluyera del cálculo el aumento del empleo registrado sigue siendo muy fuerte: 3,1% interanual.
Por su parte, en el sector público el incremento del empleo estuvo levemente por encima del crecimiento vegetativo de la población (1,5%) y el ritmo de crecimiento fue bajando paulatinamente a lo largo del año. El mayor crecimiento en la ocupación registrada sigue a cargo de los trabajadores por cuenta propia. En el 2022, los monotributistas plenos se incrementaron un 6,6% y los sociales un 39%.
En 10 años, los monotributos sociales crecieron un 227%, pasaron de 187.000 a 611.000, y ya representan el 4,7% del total de ocupados registrados. Por el contrario, las asalariadas en casas particulares siguen estancadas en los niveles post pandemia (similares a fines de 2017). En diciembre crecieron marginalmente, pero en el año caen un 0,2%