El gobierno nacional trabaja para reactivar la cooperativa textil platense C.I.T.A., que fue creada en 1952 por Juan Domingo Perón y debió cerrar sus puertas en el 2017 producto de la crisis económica.
En ese sentido, el director nacional de Economía Social y Desarrollo Local, Pablo Chena, visitó esta mañana las instalaciones de la Cooperativa Industrial Textil Argentina de Producción y Consumo Ltda. (C.I.T.A.), en el barrio El Mondongo de la capital bonaerense, y se reunió con los 15 trabajadores que aún luchan para ponerla en pie.
"Fuimos a CITA a conversar con los cooperativistas. Está totalmente parada desde 2017, cuando debieron cerrar producto de la crisis y de las políticas de incrementos tarifarios", describió el funcionario en declaraciones a Télam.
Sostuvo que "la idea es ver cómo podemos poner en pie la cooperativa", y añadió que se requiere, para ello, "comprar maquinaria nueva porque la que tenían es vieja y hacer una reconversión productiva".
Analizó que desde el área se advierte "un potencial enorme para que este sea un polo textil en La Plata, ya que es un predio con 6.500 metros cuadrados en grandes galpones en el que se pueden confeccionar y diseñar prendas".
Chena recordó que C.I.T.A. "era una industria textil creada en los años '30 a la que, en 1952 Perón le otorgó la matrícula de cooperativa", destacó que llegaron a ser 100 los cooperativistas, pero afirmó que hoy "son sólo 16 y viven en la economía popular".
"Venimos conversando para ver cuáles pueden ser los mecanismos para reactivar el perfil industrial de la cooperativa y darles una solución", señaló, y subrayó que "si logramos ponerla en pie, podemos crear nuevos puestos de trabajo".
Estimó que desde la Dirección que conduce se analiza si se otorgará un subsidio para maquinaria y herramienta, y otro para fortalecimiento productivo, pero aclaró: "estamos dando los primeros pasos para lograrlo".
En 2016, durante el gobierno de Mauricio Macri y María Eugenia Vidal, desde C.I.T.A. se denunció que los aumentos tarifarios hicieron que se pasara de 5 mil a 50 mil pesos de gas, mientras que la luz se incrementó de 18 mil a 60 mil pesos.
Los cooperativistas señalaron que debieron dejar de producir porque no lograron afrontar esos costos, y porque la falta de protección a la industria nacional y la apertura de importaciones los perjudicaron.
Con información de Télam