El panorama económico de Brasil luce sombrío a menos que el Gobierno adopte reformas estructurales para generar confianza en la salud financiera del país, dijo el miércoles Arminio Fraga, exgobernador del banco central.
Un elevado déficit fiscal, la falta de expansión inclusiva y sostenible y los disturbios políticos, junto con el impacto persistente de la recesión de 2014, pesan sobre el crecimiento y la inversión, dijo Fraga en el Foro de Mercados Globales de Reuters.
La tasa de crecimiento de Brasil es "mediocre ... y muy volátil", dijo Fraga, quien dirigió el Banco Central do Brasil de 1999 a 2002.
"Va más allá de la pandemia y los ciclos de corto plazo", agregó.
La economía se estancó más de lo esperado en el segundo trimestre, lo que podría provocar rebajas a las estimaciones del crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) de 2021.
Fraga dijo que la presión sobre el límite del gasto fiscal solo aumentaría si no se cambiaban las prioridades, especialmente porque los "trucos contables" estaban detrás de algunas disputas actuales.
El exgobernador consideró un proyecto de ley de impuestos en el Congreso de Brasil -que propone una tasa impositiva del 20% sobre las ganancias y dividendos corporativos- como una de esas reformas vitales.
Fraga, quien ahora es un alto ejecutivo financiero de Gavea Investimentos, cree que otras reformas, como impulsar el gasto en seguridad social, subsidios y educación, podrían elevar colectivamente la tasa de crecimiento anual de Brasil al 4% o más.
Aunque el banco central prevé una serie de subidas de tasas de interés para llevar la inflación dentro de su objetivo de 2022, Fraga estimó que la situación no estaba totalmente bajo control.
Esta es una dinámica que se observa en el real brasileño, dijo Fraga, que cree que está infravalorado.
Brasil se encuentra entre los mercados emergentes que podrían sufrir recupersiones a medida que la Reserva Federal de Estados Unidos comienza a retirar sus estímulos monetarios, pero las tasas de cambio flotantes y los mercados financieros saludables deberían ayudar a amortiguar el golpe, dijo Fraga.
"Si las tasas de interés reales (de las economías avanzadas) entran en territorio positivo y los precios de las materias primas bajan, Brasil se verá afectado, pero eso no debería ser suficiente para descarrilar las cosas por completo", agregó.
Con información de Reuters