El candidato a presidente de la Libertad Avanza, Javier Milei, fue el gran ganador de las PASO en las elecciones 2023 y, por eso, ganan renovada importancia las propuestas del ex asesor del empresario Eduardo Eurnekian. Una de las principales consignas es eliminar los planes sociales, lo cual crearía un millón de nuevos indigentes.
Hace tiempo que existe un debate alrededor de los planes sociales y programas sociales en la Argentina, desde cómo organizar la asistencia del Estado hasta el planteo Milei y de sectores de Juntos por el Cambio de quitárselos a aquellos que protesten o el desafío del Gobierno de vincularlos con el mercado laboral para convertir los planes sociales en trabajo. Abundan los mitos y prejuicios sobre los beneficiarios y la falta de conocimiento del entramado de las herramientas que despliega el Estado a través de múltiples ministerios, y que la mayoría requiere algún tipo de contraprestación laboral o educativa.
Este proyecto lo hacemos colectivamente. Sostené a El Destape con un click acá. Sigamos haciendo historia.
Pero la confirmación de Milei como un actor realmente competitivo elevó la discusión a otro plano, mucho más certero: qué pasaría si es presidente y elimina los planes sociales. Según apuntaron fuentes internas del Ministerio de Desarrollo Social, de acabar con la política de asistencia, inmediatamente se generarían un millón de nuevos indigentes. Esto se debe a que la incidencia sobre los ingresos solo sostiene los umbrales de pobreza y no caer por debajo.
De acuerdo a un informe del Observatorio de la Deuda Social (UCA), sin planes sociales, los índices de pobreza en el país alcanzaría el 50%. Dentro de los datos que midió el informe, se destacó la cobertura de los programas sociales del Gobierno se incrementó en los últimos años: pasó a cubrir del 44,7% de la población en el 2021 al 51,7% el año pasado. El documento de la UCA proyecta que si en la Argentina no se dieran planes sociales o ayuda estatal para los más necesitados la tasa de pobreza alcanzaría el 50%, es decir, 11 puntos por encima que el nivel actual.
Qué es un plan social en la Argentina
Suele confundirse el concepto "plan social" y se lo atribuye erróneamente a prestaciones como la Asignación Universal por Hijo, una transferencia desde el Estado a menores de edad (que son percibidos por los padres, en tanto responsables de aquellos) y que reciben aquellos trabajadores desocupados, monotributistas o con trabajos informales. Es el equivalente a la asignación familiar, que perciben los trabajadores registrados para sus hijo. Tanto la AUH como la asignación familiar, para la escala de menores ingresos, se ubica en 17.093 pesos. Para el caso de la AUH, se retiene un 20% que luego se devolverá a fin de año si el padre demuestra que cumplió con su obligación de garantizarle el derecho a la educación a su hijo y lo llevó a la escuela.
En el caso de los trabajadores de altos ingresos, su "asignación" es la deducción en el impuesto a las Ganancias. Lo cierto es que en la Argentina existen diversos planes sociales, entre ellos dos son los programas más relevantes y a los que se destina la mayoría del presupuesto del Ministerio de Desarrollo Social: la Tarjeta Alimentar y distintos programas de asistencia alimentaria, bajo la órbita de la secretaría de Inclusión Social, a cargo de Laura Alonso, dirigenta de La Cámpora; y el Programa Potenciar Trabajo y la asistencia a comedores comunitarios, que se instrumenta a través de la secretaría de Economía Social, a cargo de Emilio Pérsico, referente también del Movimiento Evita.
Los planes sociales son, en tanto, un conjunto de acciones concretas de las políticas sociales dirigidas a sectores previamente determinados de la población, cuya finalidad se orienta a contribuir a una mejora sustancial de la calidad de vida y el modo de vida de las personas, haciendo foco en la consolidación de derechos, la construcción de capacidades y la contención de vulnerabilidades sociales.
Qué pasó en los últimos 20 años
Un informe realizado entre el Centro de Investigación y Acción Social (CIAS) y la organización Fundar analizó cómo está compuesta la inversión del Estado en políticas sociales, desde el estallido de la crisis de 2001 hasta la actualidad. Entre 2002 y 2020 hubo un crecimiento muy significativo de la cantidad de beneficiarios de pensiones no contributivas: pasaron de 171.790 en 2002 a 5.143.785 en 2020. Mientras que Cristina dejó su mandato en 2015 con 253.939 beneficiarios de planes para cooperativas, Mauricio Macri finalizó su mandato en 2019 con 641.762 beneficiarios.
Durante el macrismo, los planes para cooperativas de trabajadores informales se han convertido en un elemento central de la política social a partir de 2016. Los niveles de informalidad de la Argentina son considerablemente más elevados que los de sus vecinos. La cantidad de trabajadores que aportan al sistema previsional argentino era en 2019 de tan solo 49,7%, es decir que 50,3% de los trabajadores ocupados se encontraban en la informalidad.
En comparación, en Brasil ese número era de 63% (37% de informalidad), en Uruguay 75,5% (24,5% de informalidad) y en Chile de 68,10% (31,9% de informalidad).