El candidato libertario Javier Milei habló este miércoles frente a un auditorio de poderosos empresarios y aseguró que en estas elecciones 2023 se discute la democracia porque "enfrente está la tiranía de las mayorías", en referencia al peronismo. Así, Milei replicó el concepto que ya había lanzado esta semana su candidata a vice Victoria Villarruel.
El anarco-capitalista sostuvo, en un almuerzo en el Hotel Alvear con con los ejecutivos del Consejo Interamericano de Comercio y Producción (CICyP), un foro compuesto por directivos de las principales cámaras empresarias, que este domingo se enfrenta un "modelo populista con el concepto de república". En ese sentido, dijo: "El verdadero salto al vacío es seguir por este camino de empobrecimiento, inflación. El miedo genera parálisis. Si se paraliza la gente, gana el status quo. Proponemos un cambio verdadero”.
Sostuvo que el "tipo de democracia que defiende son los valores de Alberdi, de carácter liberal, con respeto de las minorías", pero opinó que "la maquinaria del Estado puso la discusión al revés". Reconoció que el modelo que se busca aplicar es de 1860. "Nuestro modelo que es el liberalismo, basado en el principio de no agresión", aseguró para luego invitar a los empresarios presentes "a subirse a este viaje a la libertad".
Al contestar preguntas, habló de desequilibrios económicos e insistió con sus propuestas de abrir el cepo, dolarizar la economía y con cierre del Banco Central. Dijo que para abrir el cepo primero tiene que resolverse el problema de las Leliqs y la otra parte está en el ajuste que se haría sobre el Tesoro.
Desregulación anticomunista
En el momento de las preguntas, el libertario habló sobre cómo piensa modificar el esquema de obra pública, el cual quedaría exclusivamente bajo la óptica del sector privado, ahondó en lo que sería su férreo alineamiento con los Estados Unidos e Israel (en contra de los que llamó “el comunismo” de China y Brasil) y especificó cuáles podría ser sus primeras reformas estructurales: los derechos laborales, “¡afuera!”
“Tenemos que derribar ciertas falacias sobre la obra pública. Es mentira que genera empleo. Cuando se hace una obra, ¿con qué se paga? Con impuestos. Es decir, se le detrae demanda a los contribuyentes que quizás quisieran usar su dinero en otra cosa. En el mejor de los casos, lo que se hace es trasladar empleo de un lugar a otro. Pero esto sería cierto, solo si la eficiencia del Estado fuera la misma que la del sector privado”, respondió luego de que le preguntarán cuáles serían sus políticas para ampliar la infraestructura del país.
Luego, agregó: “Lo que planteamos es un modelo a la chilena, de iniciativa privada. Si quiero hacer una ruta, la empresa se la propondrá al gobierno, se harán los estudios sociales y de factibilidad requeridos y se lo autoriza. Si sale bien, perfecto. Si sale mal, quiebra”.
Luego le consultaron sobre su posicionamiento geopolítico y su posible relación con el Mercosur. Su respuesta estuvo centrada en el aspecto comercial de las relaciones exteriores, donde repitió el mismo libreto que en el debate contra Sergio Massa. Todo debe quedar librado al libre comercio. Pero dijo algo más. Mencionó cuáles serían sus primeras reformas estructurales para incrementar el comercio,según su óptica.
“En la reforma de primera generación, proponemos bajar el gasto público para reducir impuestos y modificar toda la legislación laboral. Vamos a ir hacia un seguro de desempleo. Cuando seamos competitivos fiscal y laboralmente, ahí podremos abrir unilateralmente la economía”, manifestó.
Sobre la reforma del Estado, agregó: “Durante la dictadura se abrió la economía pero no hubo ajuste fiscal. En Chile se hizo el ajuste pero recayó todo en la cuestión laboral y terminó con la llegada de algunos socialistas, como Boric. Acá, la dictadura también hizo populismo y lo que terminó generando fue un industricidio con destrucción de puestos de trabajo”. Nadie del auditorio le recordó que esa destrucción del empleo se llevó adelante con un plan sistemático de desaparición de personas.
Milei habló ante un auditorio particular. Al cierre, habló sobre lo que sería su férreo alineamiento con los Estados Unidos, Israel y en contra de toda alianza con lo que él llamó “los comunistas”, donde incluyó a China y Brasil. “Los empresarios que hagan lo que quieran pero yo no puedo ser aliados de comunistas”, sentenció. El auditorio lo aplaudió.