El sector productivo y los analistas económicos coinciden en que, gane quien gane las elecciones 2023, el año que viene será necesaria una estabilización de la economía. Aun así, plantean matices entre los candidatos y frentes que plantean un escenario de shock y entre los que proponen estabilizar la macro mediante un mayor gradualismo.
La estabilización que vendrá en 2024
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Los analistas económicos están de acuerdo en que en 2024, sin importar quién triunfe en las elecciones de este año, será necesaria una estabilización basada en una simplificación de los tipos de cambio y una corrección de los precios relativos.
"Unos u otros van a tener que ir corrigiendo algunas de las distorsiones en precios relativos, tratando de cerrar la brecha fiscal y viendo cómo tratan al mercado cambiario", consideró a El Destape el economista Daniel Marx, titular de la consultora Quantum Finanzas. Su colega Orlando Ferreres coincidió en que es probable que los diferentes candidatos "quieran concentrar precios distorsionados relativos en un set más manejable internacionalmente".
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Ferreres, titular de OJF & Asociados, consideró también que "va a haber una unificación cambiaria" a más tardar en febrero o marzo, la cual implicará que el actual tipo de cambio oficial pasará a tener un valor más cercano al del dólar blue.
Del mismo modo, tanto Marx como Ferreres entienden que, sin importar quien asuma como presidente en diciembre, será necesaria una nueva renegociación con el FMI.
Los dos escenarios: gradualismo o shock
Aun así, las diferencias de escenario surgen entre los tiempos planteados por cada candidato. "El año que viene vas a tener un programa de estabilización seguro. Pero es distinto si salís o no del cepo, si desdoblás o no, si tenés que reprogramar las Leliq o no", planteó Sebastián Menescaldi, economista de Eco Go.
Menescaldi agregó que, ya entre las PASO y las generales, "cada una de las visiones de quién vaya ganando va a tener una distinta incidencia en el valor el riesgo de los diferentes activos financieros" argentinos.
Para Marx, en el plano cambiario Juntos por el Cambio iría "más rápido" a una "simplificación de los tipos de cambio y acompañando una política monetaria muy restrictiva con una estabilización de precios para lograr ingresos de capitales más acelerados". Mientras que un nuevo gobierno de Unión por la Patria, encabezado por Sergio Massa, "sería bastante más paulatino y tardaría más en unificar el tipo de cambio, por lo que tendría problemas más persistentes con la inflación".
Además, JxC "tendrá una propensión a corregir los precios más fuertemente de entrada y a tender a precios más o menos uniformes con poca diferencia entre los distintos segmentos de consumo", por ejemplo en tarifas, compensando con subsidios directos, supuso Marx. Al contrario, UP, consideró el economista de Quantum, "prefiere mantener diferencias de precios sin dar subsidios".
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En cuanto a las diferencias dentro de JxC, Ferreres entiende que "Horacio Rodríguez Larreta es más gradualista que Patricia Bullrich", pero que, aun así, el jefe de Gobierno porteño "va a tener que ir a lo mismo" que la ex ministra de Seguridad, obligado por las circunstancias. Al contrario, Marx sostuvo que Bullrich "va a aplicar cierta cautela en precios relativos", ante las dificultades que plantearía un escenario de shock.
Ante un eventual (y hoy poco probable) triunfo de Javier Milei, Ferreres entiende que habría "ajuste de precios relativos a corto plazo, pero que una dolarización es difícil". Para Marx, el candidato de La Libertad Avanza "se va a encontrar con resistencias" y con dificultades "para poner en práctica sus ideas", por ejemplo ante la cuestión de quién se haría cargo de las empresas públicas luego de privatizarlas.
La visión desde el sector productivo
En este marco, diferentes sectores del empresariado también definieron las posibles consecuencias de estos distintos escenarios para su propia rama productiva.
El sector pyme, por su parte, se divide entre quienes prefieren tener cautela y quienes muestran una mayor cercanía al peronismo. Entre los primeros, Alfredo González, presidente de CAME, señaló a El Destape que esperarán a después de las PASO para que cada candidato cuente su proyecto para las pequeñas y medianas empresas. En cualquier caso, González reclamó "una moneda fuerte con un Banco Central independiente que apunte a la producción", en un modelo que no se rija "por la Ley de Entidades Financieras".
Al contrario, Marcelo Fernández, titular de CGERA, aseguró a este portal que "los candidatos no representan lo mismo. Milei y gran parte de Juntos por el Cambio representan lo que sucedió entre 2016 y 2019, cuando hubo un gran cierre de pymes y pérdida de puestos de trabajo". "Creemos y sentimos que desde el oficialismo (peronista) va a haber un acercamiento mucho más fuerte hacia la pequeña y mediana empresa", agregó al respecto.
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Un importante referente de la industria de la construcción, que prefirió hablar en off, consideró que, gane quien gane, "hay que hacer un plan de ajuste", aun asumiendo que "muchas obras públicas se van a paralizar", aunque con una posible dinamización de la construcción privada porque esta "depende más de las expectativas" de una nueva etapa.
Por otro lado, un dirigente del campo que integra la mesa chica de los productores rurales afirmó que, gane quien gane, es necesario "propender a una unificación cambiaria", pero prefirió que esta se dé gradualmente para evitar "problemas en los alquileres y compras de insumos, que podrían quedar a otro dólar", de modo que "en pocos años no paguemos retenciones. En cualquier caso, descartó que sea posible una dolarización como la que propone Milei: "Siempre hemos sido bimonetarios".