Juntos por el Cambio agita un golpe financiero contra el Gobierno

La estrategia se basa en dos pilares: mentir sobre la posibilidad de convertir la deuda en pesos a dólares y sembrar dudas para complicar las futuras licitaciones que pueda enfrentar el Gobierno.

07 de febrero, 2023 | 15.20

A través de un comunicado, Juntos por el Cambio comenzó una campaña para agitar un golpe financiero contra el Gobierno. La estrategia se basa en dos pilares: mentir sobre la posibilidad de convertir la deuda en pesos a dólares y sembrar dudas para complicar las futuras licitaciones que pueda enfrentar el Gobierno. En las elecciones legislativas de 2021, tanto Mauricio Macri como María Eugenia Vidal ya habían recurrido a este recurso para atacar al Frente de Todos.

El partido opositor manifestó "preocupación ante la grave situación económica que el Gobierno Nacional le dejará al próximo gobierno que no hace más que perjudicar a los argentinos, a los que condenan a este estancamiento permanente". Asimismo consideraron que "la situación será mucho peor de la recibida en el 2015".

"Durante el gobierno de Alberto Fernández, el endeudamiento público tuvo un aumento récord: creció ya en el equivalente a USD 83 mil millones, lo que genera una crisis de financiamiento en pesos que tuvo su epicentro en junio de 2022. Desde entonces, el Banco Central se vio obligado a comprar deuda pública por el equivalente a 2,3% del PIB", señaló el comunicado. Y sumó: "A pesar de la negación del Gobierno, esto ha puesto al país ante un delicado escenario de fragilidad financiera que eleva el riesgo de una salida caótica. En suma, una situación que, lejos de resolver los problemas, intenta irresponsablemente desplazar su impacto al día después de las elecciones".

Pero fueron más allá. Al compartir el comunicado, la cuenta de Twitter de Juntos adjuntó un video que muestra a una bomba que marca el aumento de deuda en pesos -pasada a dólares- que finalmente estalla en una gran llamarada. 

En principio, no hay manera de que esto sea cierto porque el mercado de deuda en dólares está cerrado desde 2019. Argentina ya había ingresado al default y los grifos de dólares están cerrados. Juntos por el Cambio puso en equivalencia el endeudamiento en dólares que generó Macri con la toma de deuda en pesos que promovió el Gobierno para enfrentar distintos vencimientos heredados de la gestión de Cambiemos y generar financiamiento. En síntesis, nada tiene que ver un empréstito en moneda extranjera con modalidades de financiamiento en el mercado local. 

En medio de la campaña electoral por las legislativas de 2021, Macri y la ex gobernadora de Buenos Aires María Eugenia Vidal ya se habían encargado de negar las gestiones de Cambiemos para aumentar la deuda externa a niveles estratosféricos y exculparse de su responsabilidad. Lo cierto es que fue Juntos por el Cambio quien defaulteó deuda en pesos, de forma inédita. Sucedió durante el "reperfilamiento" de septiembre de 2019 que llevó a cabo Hernán Lacunza luego de la renuncia de Nicolás Dujovne por la derrota de Macri en las elecciones PASO. 

La verdadera deuda 

A principios de 2016, el macrismo tomó una deuda externa de U$S 13.700 millones para pagarle a los fondos buitres que litigaban en los tribunales de Nueva York, sin ofrecer resistencia. Contra esa deuda, se emitieron bonos con vencimiento en 2022, 2023 y 2025, que el actual gobierno reestructuró en 2020.

En los dos años siguientes, el mega endeudamiento siguió con unos 100.000 millones de dólares entre colocación de deuda en el exterior e ingreso de capitales especulativos, enamorados por las tasas que ofertaba el mercado local. Entre enero de 2016 y abril de 2018, Argentina encabezó el ranking mundial de principales colocadores de títulos de deuda en mercados internacionales. Se llevó más del 10,5 % del total de la deuda mundial emitida en ese periodo.

Para fines de 2017, el flujo de capitales especulativos es esfumaba, la fiesta se había terminado y el saldo de la balanza de pagos empezaba a flaquear. En un manotazo de ahogado que anticipaba el final: con el guiño político del ex presidente estadounidense Donald Trump, el FMI le otorgó a la Argentina el préstamo más grande de su historia. La irrisoria cifra de U$S 54.000 millones es incluso superior al monto recientemente asignado por el organismo para que todos sus socios puedan enfrentar las duras consecuencias económicas que dejó la pandemia.

Tomando solo el período macrista, la deuda pública total pasó de representar el 53,1% del PBI en 2016, al 90% en apenas tres años. Sin embargo, la deuda externa pasó en el mismo período del 36,5% del PBI a representar el 70% del producto anual. 

En cuatro años, por Formación de Activos Externos (FAE) se fugaron casi U$S 90.000 millones. Desde el primer desembolso del FMI hasta diciembre de 2019 se fugaron, entre FAE y capitales especulativos, todo el préstamo del organismo y U$S 6.000 millones más.