El ministro de Economía y candidato presidencial de Unión por la Patria en las elecciones 2023, Sergio Massa, apelará a tres herramientas financieras principales en las próximas semanas en su intento de mantener la macroeconomía estable, ganar en el balotaje y llegar con aire a enero en el adverso contexto actual: el swap chino, los dólares de exportación y los préstamos de organismos internacionales.
Mientras la mitad de las últimas encuestas lo dan ganador y la otra mitad perdedor, Massa debe apostar a mantener la calma cambiaria como hasta ahora si quiere acrecentar sus chances de ser presidente. Es decir, tiene que evitar que en las próximas dos semanas vuelva a producirse una situación con la previa a la primera vuelta, cuando la perspectiva de una victoria de Milei, la fragilidad estructural y los dichos del propio candidato libertario en contra del peso se combinaron para propiciar una corrida cambiaria que amenazó con disparar el dólar y la inflación a días de las elecciones.
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En el Palacio de Hacienda entienden que están dadas las condiciones para que esa temida situación efectivamente no se produzca. Básicamente, porque hay dos herramientas a las que podrán apelar para sostener el ingreso de dólares y la actividad. En primer lugar, la activación del segundo tramo del swap chino para uso de libre disponibilidad por el equivalente a unos 6.500 millones de dólares en total.
En segundo lugar, el lanzamiento de varios dólares de fomento exportador para diferentes actividades (petróleo, pesca, minería, automóviles y pymes industriales) a lo largo de octubre, que permitieron la liquidación de un 25% al valor del CCL. La estimación oficial es que gracias a estos tipos de cambio diferenciados, que imitaron al dólar soja original, ingresaron hasta ahora al Banco Central unos 700 millones de dólares extra desde el día posterior a las elecciones generales.
En el equipo económico, según pudo saber El Destape, consideraron que estos dólares exportadores y, principalmente, el swap chino, permitirán dar aire a la importación de insumos al menos hasta el 10 de diciembre. Pero también que, a medida que se vayan acumulando más reservas, será posible empezar a disminuir el enorme stock de deuda comercial, que rondará este año los 50.000 millones de dólares, aunque, probablemente, recién a partir de una eventual presidencia massista.
El propio Massa le transmitió a los empresarios industriales de la UIA este esquema pautado por el Palacio de Hacienda. A ello mismo se refirió cuando a la salida, en declaraciones a la prensa, contó que en el encuentro privado detalló "cómo iba a ser el funcionamiento respecto a las divisas e insumos hasta hasta el 10/12".
Otro hito importante para Massa en su camino al balotaje tendrá lugar el próximo lunes 13, cuando el Indec difundirá la inflación de octubre. Sin embargo, la esperanza oficial es que el dato, aunque objetivamente altísimo, sea sensiblemente más bajo que el de septiembre y agosto y pueda incluso no pasar de un dígito.
El panorama para Massa en caso de ganar las elecciones
En definitiva, el Palacio de Hacienda apelará a exhibir una postal de desaceleración inflacionaria, sostenimiento de la actividad y estabilidad cambiaria para no disminuir las chances del oficialismo en el balotaje.
En caso de una victoria de Massa frente a Milei, se abrirá desde el 10 de diciembre una nueva etapa sobre cuyos detalles todavía pesa una gran incertidumbre. Aun así, el domingo el ministro y candidato dio algunas pistas sobre el corto plazo post segunda vuelta. En primer lugar, aseguró que el 15 de noviembre se retomará el crawling peg, tal como está plasmado en el acuerdo con el FMI. De este modo, buscó despejar versiones de un posible nuevo salto cambiario el 21 de noviembre, análogo al que tuvo lugar el día posterior a las PASO. En Economía aseguraron que, en caso de seguir siendo gobierno en diciembre, la intención es sostener las microdevaluaciones diarias al menos hasta fin de año.
En segundo lugar, Massa disipó el domingo la posibilidad de levantar el cepo cambiario inmediatamente luego de, eventualmente, llegar a la Presidencia, al afirmar que analiza esa idea recién para fines de 2024 "cuando tengamos la suficiente cantidad de flujo de dólares como para que el comercio sea libre y no tengamos estrés en nuestras reservas".
Al contrario, en Economía esperan, en caso de ganar, conseguir más dólares para pasar el verano gracias diversos préstamos de organismos internacionales que ya están en negociación, según pudo saber El Destape de fuentes oficiales: "Una vez terminado el proceso electoral podemos tener algunas buenas noticias por ahí, pero hay que esperar", aseguran.