El precandidato a jefe de gobierno porteño, Martín Lousteau, presentó un polémico plan para que los adultos mayores hipotequen sus viviendas para conseguir, supuestamente, mejores ingresos mensuales. En otras palabras: que los jubilados entreguen sus viviendas al sistema bancario a cambio de una "renta" obtenida mediante un esquema similar al comodato.
La propuesta recibe el nombre de “hipoteca inversa”. En el fondo, sería una apuesta a que el Banco Ciudad, en principio, compre las casas a los adultos mayores y se las vayan pagando en cuotas, bajo la figura de una remuneración mensual. El argumento para implementar esta medida sería “mejorar los haberes de los y las jubiladas”.
“Queremos que las personas mayores de la ciudad, con la vivienda que adquirieron con esfuerzo a lo largo de su vida y que es su ahorro, puedan utilizarlo a través de hipotecas inversas junto al Banco Ciudad. Es decir, que puedan tener un ingreso adicional a las malísimas jubilaciones que se pagan en la Argentina”, explicó Lousteau. La idea de tamaña iniciativa la acercó Graciela Ocaña.
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¿Cómo funcionaría este esquema? Se entrega a la entidad financiera el inmueble como garantía a cambio de un ingreso fijo por mes. El monto lo deciden de común acuerdo los jubilados con el banco y se puede actualizar según el costo de vida de cada deudor. Mientras la persona esté viva, la casa le sigue perteneciendo y puede utilizarla como vivienda propia. Si la persona fallece y tiene herederos, el saldo restante de la propiedad que no utilizó como dinero, quedaría para los familiares del jubilado. Pero existen zonas grises.
A la hora de devolver el préstamo, los herederos tendrán, básicamente, tres opciones: vender la casa y cancelar la hipoteca, devolver el dinero de la hipoteca y mantener la casa, o si no tuvieran el dinero y quisieran mantener la casa, podrían solicitar una nueva hipoteca para pagar la deuda. En este tercer caso habría que ver como se aplicaría en Argentina con las condiciones crediticias imperantes.
También se necesitaría un marco legal específico para llevar adelante esta propuesta. No es casual que tal iniciativa provenga de un integrante de Juntos por el Cambio, fuerza política que en los 16 años que lleva gobernando la jurisdicción supo hacer de ella una gran sociedad inmobiliaria.
“Vamos a promover una reforma integral del Código Urbanístico, el que existe propone una forma de crecer que no es sustentable: sobrecarga el Norte de la Ciudad que ya está densamente poblado y relega las oportunidades del Sur”, sostuvo el pre candidato a la hora de presentar la iniciativa. De llevar adelante la propuesta, deberá modificarse el Código Urbanístico "para definir los límites constructivos barrio por barrio, manzana por manzana".
Como contracara de esta medida, el candidato de UP, Leandro Santoro, sostiene que los edificios y departamentos en desuso que se encuentran en la microcentro porteño deberían formar parte de un plan público de alquileres para promover el acceso a la vivienda de los porteños, en lugar de fomentar un negocio rentístico que queda en pocas manos.