Elecciones 2023: Plan Fénix alertó por las "letales consecuencias" que ofrece el ultraliberalismo

Los economistas que integran la Cátedra Abierta Plan Fénix de la Facultad de Económicas de la Universidad de Buenos Aires (UBA) salieron en defensa del rol del Estado.

25 de septiembre, 2023 | 15.26

Los economistas que integran la Cátedra Abierta Plan Fénix de la Universidad de Buenos Aires (UBA) salieron en defensa del rol del Estado y advirtieron sobre "las letales consecuencias que entraña un programa ultra-liberal" que lo coloca como "el origen de todas las patologías presentes". La posición de los economistas, difundida a menos de un mes de las elecciones 2023, a conocer en medio de una campaña electoral que, "ha presentado propuestas en un formato innovador, pero que reitera ideas y prejuicios de larga data", aprovechando "el descontento que manifiesta la sociedad tras años de crisis", sostuvieron en el documento titulado "La vuelta a viejas ideas, la reiteración de antiguos prejuicios".



 Alejandro Vanoli, economista integrante de la cátedra, expresó que "se está creando un sentido común de derecha” y consideró que “hay que dar una batalla para defender ideas y valores que están alineados con los sectores populares". "Más allá de que podamos discutir que una parte del voto a La Libertad Avanza no tiene que ver con una mirada ideologizada sino con un estado de enojo, creemos que es importante poner en valor el Estado presente, la justicia social y la soberanía, y dejar en claro cuáles han sido las consecuencias de la implementación del modelo neoliberal", dijo Vanoli.

También señaló, en declaraciones a Télam, que "la dolarización es una vuelta de tuerca sobre la convertibilidad, que si bien permitió salir la de hiperinflación, triplicó el desempleo y nos llevó a la peor crisis, que fue la del 2001". Por su parte, Noemí Brenta caracterizó al documento como "una alerta sobre las políticas de ultraderecha y no solo las del (Javier) Milei (candidato presidencial sino otras alternativas, como la de (Patricia) Bullrich, que también puede considerarse un liberalismo recargado".

"El riesgo de llevar a cabo esas políticas, en el límite, es la disolución nacional", advirtió Brenta, en las que expresó que "proponen un Estado mínimo y, cuando no hay Estado, volvemos a la ley de la selva, en la que el más poderoso puede imponer sus intereses y valores". En este sentido, advirtió que, "en lo inmediato" se vería "cómo avanza la represión” porque -sostuvo- “no es que esto se puede implementar sin resistencias, y un empobrecimiento muy rápido, con una competencia entre desiguales".

En el documento, los economistas manifestaron que "es más que urgente que esta tesitura confrontativa y descalificadora sea superada", en el convencimiento que "será en ese marco abierto al debate esclarecedor que podrán comprenderse colectivamente las letales consecuencias que entraña un programa ultraliberal". Precisaron que "la deslegitimación del Estado y su presencia en detrimento del mercado no se condice con el hecho de que en los países más desarrollados el gasto público con relación al Producto Interno Bruto es mucho más elevado que en la Argentina".

Por el contrario, citaron "experiencias de estados fallidos" que dejan en evidencia que "donde el Estado no se halla presente, el territorio termina siendo controlado por organizaciones criminales, ejércitos paramilitares que siembran el terror entre la ciudadanía, en particular, sobre los sectores más vulnerables". Asimismo, aseguraron que "no es real que la presión impositiva en la Argentina sea tan elevada" ya que "el promedio de tributación en los países de la OCDE es en la actualidad del 33,6 por ciento con un máximo del 47,1 por ciento en Dinamarca", mientras que en la Argentina "dicho nivel ha sido del orden del 30 por ciento".

Al respecto, advirtieron que los impuestos al consumo representan en la Argentina el 40% de los ingresos nacionales y provinciales cuando "en los países más desarrollados ellos solo representan el 25% en promedio", a diferencia de los impuestos sobre la propiedad y sobre las ganancias y utilidades, mucho más altos en los países centrales. Por otra parte, negaron que la inflación sea "un mero producto de malas políticas monetarias" y la atribuyeron a "la manifestación de fuertes pujas distributivas" y al producto "de las tensiones cambiarias", por lo que consideraron necesario "generar acuerdos para frenar este proceso al menor costo posible".

También expresaron su sorpresa que se reivindiquen "medidas de desarticulación de la salud y la educación públicas" en nombre "del proyecto liberal construido en el Siglo XIX en la Argentina, cuando lo ocurrido muestra exactamente lo contrario: la educación y la salud pública fueron pilares del proyecto de la generación del 80". "La fundación de la nación argentina es obra del Estado moderno construido por la generación del 80", plantearon, en defensa de una tarea que "jamás se hubiera operado por la mano invisible del mercado".

En cuanto al préstamo del Fondo Monetario Internacional (FMI), al que califican como "irregular y nefasto", los economistas sostuvieron que "deberá ser renegociado" y que "no fue destinado a mejorar la macroeconomía ni a alguna inversión en infraestructura u obras para el bienestar ciudadano". Por último, alertaron que las posturas que niegan el cambio climático "pueden ir en contra de nuestras exportaciones, que podrán verse obstaculizadas por normas ambientales que establecen los países centrales".

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