El Ente Nacional de Comunicaciones (Enacom) llevará a cabo este martes en el Centro Cultural Kirchner (CCK) la subasta de las bandas de frecuencias para el despliegue, desarrollo y prestación del servicio de quinta generación (5G), en la que el Gobierno espera recaudar alrededor de US$ 1.050 millones. Será la primera parada para el ministro de Economía y candidato a presidente en las elecciones 2023, Sergio Massa, en la carrera por la estabilidad del mercado cambiario antes del balotaje.
Las tres empresas de comunicaciones móviles con red propia -Claro, Movistar y Telecom- ya fueron preclasificadas como oferentes para continuar con el proceso licitatorio. El Enacom pondrá a subasta tres lotes de 100 Megahertzios cada uno, de frecuencias de espectro radioeléctrico de la banda de 3.5 Gigahertz. Tanto el proceso de licitación como el precio base de U$S 350 millones por lote "se encuentran alineados con experiencias internacionales de licitaciones de espectro que han resultado exitosas para los Estados nacionales y guardan relación con procedimientos anteriores establecidos en el país para adjudicaciones de espectro radioeléctrico", señalaron fuentes del organismo.
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Inicialmente, hubo críticas formuladas por referentes identificados con la oposición que cuestionaron que el pliego priorizaba lo recaudatorio. El mismo argumento fue planteado por las empresas a través la Mesa de la Industria TIC, al comparar el proceso que se lleva adelante en Argentina con el realizado en Brasil, pese a que en nuestro país sólo se licitan frecuencias para 5G, mientras que en el vecino la subasta incluyó coberturas de 4G.
Dólar de libre disponibilidad
Las divisas que ingresen por la licitación se ejecutarán de manera inmediata y serán de libre disponibilidad para ser administradas por Massa, con foco en tener recursos para amesetar la brecha cambiaria entre el oficial y los dólares financieros. El mercado acostumbra a priorizar la certidumbre y, en ese sentido, los resultados del domingo permiten avizorar un futuro, si bien incierto, algo más previsible. Entre los efectos inmediatos, los bancos argentinos cotizantes en Nueva York subieron en torno a un 3%, percibiendo un menor grado de riesgo.
Aún así, el riesgo puede continuar latente hasta el 19 de noviembre.Si bien la activación del segundo tramo del swap con China habilita un mayor poder de fuego, el manejo de las expectativas será crucial para moderar el ritmo de agotamiento de esta fuente. Los primeros movimientos son alentadores.
MÁS INFO
En la jornada post elecciones, el Banco Central(BCRA) compró este lunes U$S 198 millones en el Mercado Único y Libre de Cambios (MULC), en la que fue su mejor intervención desde el 14 de agosto último. De esta forma, logró reducir la venta de reservas en a U$S 663 millones en lo que va del mes.
Por su parte, los tipos de cambio bursátiles cayeron con fuerza, fundamentalmente el dólar CCL, que cerró a $935,5 (-15,8%), luego de haber cerrado la semana pasada a $1.116. Durante la jornada, los contratos de dólar futuro marcaron bajas de casi 30% para los compromisos de enero y del 27% en la posición diciembre.
Durante la mañana, la cotización del MEP había alcanzado $ 966 en las primeras operaciones, pero rápidamente cayó hasta la zona de los $ 900, precio en torno al cual cerró la jornada. En el caso del CCL, la caída comenzó ni bien abrieron los mercados y se profundizó con el correr de las horas, hasta retroceder unos $110.
Nuevas medidas: el puente al 2024
En la búsqueda de engrosar fuentes de divisas, Massa extendió a la totalidad de las exportaciones de bienes primarios, intermedios y servicios, un beneficio para que el 30% de las mismas se liquiden a valor de los dólares financieros por 30 días, lo que daría por resultado un tipo de cambio final de $ 540, a la vez que contribuye a contener la brecha cambiaria. Por otra parte, el BCRA viene de elevar su tasa de política monetaria al 133% anual (255% efectivo anual) para empardar la inflación en el corto plazo.
Hacia el futuro, en un escenario de incertidumbre agudizada y marcados desequilibrios macroeconómicos, una buena noticia es que, luego de tres años de sequía (2023 fue la peor de la historia), se espera una importante recuperación de la cosecha agrícola en la campaña 23/24. Este rebote permitiría una notable mejora en el ingreso de divisas vía exportaciones y una mayor recaudación, además de contribuir a motorizar la actividad económica del agro y los sectores asociados. De este modo, según la Bolsa de Cereales de Buenos Aires (BCBA) tanto la recaudación fiscal como las exportaciones de las cadenas agroindustriales crecerían casi 50% respecto al ciclo 22/23.
Estas previsiones están sustentadas en que, luego de experimentar las últimas tres campañas bajo la presencia del fenómeno climático “La Niña”, que generaron en el país una situación de sequía sin precedentes, el ciclo 2023/24 estaría signado por un año “Niño”. Ahora bien, recientemente la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA) de Estados Unidos reveló nuevas estimaciones que muestran un cambio en la intensidad del fenómeno en comparación con las proyecciones realizadas hasta agosto: lo que antes se esperaba como un “El Niño” fuerte, pasó a ser moderado.
En privado, diversas fuentes del equipo económico coinciden en la idea de que las condiciones contextuales no pueden ser peores a las de este año. La acumulación de dólares será un hecho por la reversión de la balanza energética y lo expuesto en el sector agrario, pero resta saber cómo se reanudarán las negociaciones con el FMI.