El futuro de las pymes también se pondrá en juego con el resultado del balotaje

Este domingo se pondrá en juego dos modelos de país, dos formas de ver y contemplar el mundo; dos maneras antagónicas de concebir el bienestar de la población. Dentro de este escenario, el futuro de las pymes y la industria correrá con la misma suerte, dependiendo del resultado electoral. Las propuestas del candidato Javier Milei (La Libertad Avanza) sintetizadas en una apertura total de la economía, la eliminación de toda la obra pública y de cualquier directriz estatal vinculada al sector privado, sumado a la dolarización de la economía, poseen un único punto de llegada: un industricidio.

Del otro lado, Sergio Massa propuso de manera explícita potenciar entramados productivos, generar valor agregado en las diferentes cadenas del país con la mirada puesta en las exportaciones. Con estos postulados, podría inferirse que el posible futuro gobierno de UP apostará a la creación de más pymes para la creación de empleo de calidad. Como adelanto de lo que podría ser su gestión, envió al Congreso una iniciativa que otorga beneficios fiscales a cambio de un incremental productivo con destino de exportación.   

Los riesgos de Milei

La dolarización, la apertura comercial con la llegada masiva de las importaciones y la eliminación de la obra pública, pondrían en jaque a las pequeñas y medianas empresas del país, con el conjunto de sus trabajadores. El plan Milei (junto a Macri) posee un único final: la consolidación de un nuevo industricidio y el cierre de miles de pymes.

Las pequeñas y medianas empresas generan más del 65 por ciento del empleo en la Argentina e incluye a más de 30 mil empresas en el país. Estas organizaciones sostienen desde antaño que una de sus mayores trabas para alcanzar un salto de calidad se vincula a la falta de financiamiento, a pesar de que existen herramientas para encausar los recursos del sistema financiero hacia el desarrollo productivo. La clave fue la modificación de la carta orgánica del Banco Central en 2012.

La propuesta libertaria de eliminar el Banco Central o cercenarle sus atribuciones como proponía Bullrich, dejaría a las pymes a tiro de gracia de las grandes empresas que cuentan con sus propios esquemas de financiamiento. Cierre de fábricas y una mayor concentración. Ese sería el destino de las pymes en el caso de llevarse adelante el programa de Milei.

"Van a tener que competir, ganarse el pan con el sudor de la frente o irán a la quiebra", sostuvo el libertario durante la entrevista que le realizara Jaime Bayly. No más palabras: apertura absoluta de la economía, una libre competencia que nunca es tal y la muerte. En sentido figurado, al menos en lo que respecta a las pymes.

Detrás de Milei – o delante- se encuentra Macri. Su Gobierno no se caracterizó por potenciar a los industriales, todo lo contrario: el menú incluyó los tarifazos y la entrega de la obra pública a sus propios amigos. ¿Por qué debería ser diferente?

Una experiencia histórica que puede servir para comprender las consecuencias de una dolarización se vivió durante el proceso de Convertibilidad. El famoso uno a uno implicó endeudamiento externo y la imposibilidad de ejercer la soberanía monetaria. El resultado de ese proceso fue la pulverización del entramado productivo hacia finales de la década de 1990, con su posterior estallido en diciembre de 2001.

Por la producción y el trabajo

El proyecto de Massa, en caso de ganar el balotaje, pondrá el eje en los beneficios fiscales del Estado para potenciar la generación de valor agregado, con la mirada puesta en las exportaciones.  

“Estoy convencido después de haber recorrido gran parte del mundo que la Argentina, si se da políticas de Estado, si se define un proyecto de nación, puede ser un gran país con lugar para todos”, expresó Massa en uno de sus últimos mensajes previos al inicio de la veda electoral.

La primera gran diferencia con Milei tiene que ver con el rol del Estado, clave para apuntalar el desarrollo federal y la creación de valor agregado. "No es lo mismo exportar una tonelada de trigo que una tonelada de fideos. El grano del trigo se exporta por 400 dólares la tonelada y un empleo, y cuando se pone en el mundo fideos, la tonelada asciende a los 1300 dólares. Argentina tiene que ir de la exportación de trigo hacia la de fideos”, manifestó durante un reportaje con El método Rebord.

En caso de resultar electo, el actual ministro de Economía anunció que simplificará el sistema impositivo para sumar valor agregado y generar una suba exponencial de exportaciones en el sector pyme. En detalle, propuso quitar todos los impuestos a las empresas que superen sus ventas al exterior en comparación al año 2023. Protección industrial y mayor competitividad, ejes de su plataforma. 

 Massa también anunció que llevará adelante una ley de blanqueo laboral para que cada puesto de trabajo nuevo no pague cargas sociales; y para aquellos trabajadores informales se le serían reconocidos 70 meses de aportes, sin sanción penal o tributaria para los empleadores.

A diferencia de lo dicho por Milei sobre una posible ruptura diplomática con China y Brasil (llamados comunistas por el libertario), el ministro de Economía apostará por una política comercial que destine recursos a la ampliación de mercados, como podrían ser Africa o el mundo árabe. La promoción de las exportaciones iría de la mano con la creación de valor agregado; por ende, también se apuesta a la multiplicación de los puestos formales a partir de agregar valor en origen.

Industria y Pymes en el centro de su posible mandato, siempre con un Estado presente.

Los desafíos

Massa no la tendrá sencilla en caso de acceder a la Presidencia. No alcanza con solo impulsar un pleno exportador con beneficios fiscales para un puñado de empresas concentradas. Esta es una de las advertencias realizadas por el Centro de Investigación y Formación de la República Argentina (CIFRA – CTA) en uno de sus últimos informes. El texto avanza sobre algunos análisis de la propuesta de UxP que podrían servir de aporte al modelo de desarrollo esbozado durante la extendida campaña.

“La estrategia debe apoyarse en la promoción de sectores de actividad dinámicos, con potencial para impulsar el crecimiento económico y con alta capacidad para generar puestos de trabajo. No puede prescindir de ninguno de ellos. Un régimen macroeconómico y productivo que incentive la inversión y el crecimiento de la productividad pero que no esté acompañado por una fuerte generación de empleo y por instituciones laborales activas puede conducir a un esquema de crecimiento económico con exclusión social. Es lo que sucedió durante buena parte de los años noventa”, puede leerse en el texto de CIFRA.

Sobre la propuesta libertaria, consideraron que “la motosierra implica tener un país con menos ingresos para quienes trabajan, con peores oportunidades de empleo, con más desigualdad, con más dificultades para las mujeres, con más obstáculos para los emprendedores. Por todo eso, es un país con menos libertad”.

La moneda está echada.