Los precandidatos presidenciales de Juntos por el Cambio (JxC) Horacio Rodríguez Larreta y Patricia Bullrich ya lanzaron su cartas económica para el próximo año: fuerte ajuste y reforma laboral, en su acepción precarizadora. Las consecuencias de una contracción profunda del gasto público podría profundizar la crisis de ingresos que golpea a los trabajadores e interrumpir el proceso de generación de empleo formal. Al mismo tiempo, el temor por la pérdida de derechos aumenta a medida que las consignas como "la industria del juicio" aparecen en los discursos del PRO.
El foro empresarial Llalo Llao desarrollado en el sur del país fue testigo de las máximas vertidas tanto por Larreta como por Bullrich: cambios en la legislación laboral y recorte del gasto. Las frases son más que elocuentes:
Horacio Rodríguez Larreta
- "Vamos a terminar con el déficit, la madre de todas las batallas, para ir hacia el equilibrio fiscal. Eso implica bajar el gasto público y revisar línea por línea el presupuesto de todos los organismos estatales".
- “Vayamos por la modernización laboral en el siglo XXI. Vamos a diseñar marcos jurídicos para las nuevas formas de trabajo y terminar con la industria del juicio”.
- “Vamos a llevar adelante el plan de desregulación más ambicioso de los últimos 30 años".
Patricia Bullrich
- “Es imperativo una modernización de las regulaciones del mercado de trabajo".
- "Vamos a restaurar el equilibrio fiscal, a fin de limitar la emisión monetaria para financiar el Tesoro".
- “Si no dinamitamos el régimen de intereses que nos desgasta, en cuatro años nos encontraremos repitiendo lo mismo".
¿Rebaja a déficit cero?
Asumiendo que el Gobierno cumple con las metas fiscales del FMI para 2023. Eso implicaría un déficit primario de -1,9% y un déficit total de -3,7% ¿Cómo podría la oposición pasar de 3,7% a 0%? La consultora PxQ elaboró un informe donde estresa al máximo el ajuste fiscal pero sin reducir el gasto social (jubilaciones, gasto en niñez y planes sociales), puesto que ese es el renglón más sensible del gasto. De esta manera impactaría un plan de recorte brutal en el resto de las áreas:
- Reduciría los subsidios a la energía a la tarifa social (1,1%).
- Llevaría la obra pública a mínimos históricos (0,6%).
- Lo mismo con el déficit de las empresas públicas (0,3%).
- Reduciría a 0% las transferencias a universidad públicas, tal como en 2017 (0,7%).
- Minimizaría el resto de los gastos (0,2%)
Aún así, el "ahorro" total sería del 2,9% y faltarían 0,8% por recortar. Es importante recordar que el lema de JxC es no subir impuestos, por lo cual esta vía quedaría inhabilitada par aun eventual próximo gobierno derechista.
En diálogo con este medio y sobre el plan de JxC, la exministra de Economía Felisa Miceli afirmó "Quieren llevar el ajuste hasta sus máximas consecuencias y hacerlo rápido, como lo vienen diciendo, con lo cual la situación de pobreza que hoy ya es bastante alarmante se tornaría desesperante". Sin embargo, añadió: "No creo que las reacciones de la gente sean aceptar esto sin más. Me parece que una de las tareas centrales es desentrañar todas estas declaraciones y propuestas para alertar a la población respecto del voto que tiene que emitir en las elecciones".
"No son solamente los empleados públicos, son los jubilados, por ejemplo, con los remedios que reciben gratuitamente. Son los beneficiarios de los planes sociales que serían reducidos o eliminados. La cantidad de perjudicados con estas políticas sería realmente muy preocupante", apuntó la exfuncionaria.
En cuanto a la estrategia política de la oposición, destacó que "estas declaraciones son lo que ellos realmente piensan hacer, cuando en 2015 ganaron las elecciones diciendo mentiras". Y concluyó: "Lo que hicieron es demostrativo de lo que pueden volver a hacer y más ahora que lo están anunciando con toda claridad".
Las mentiras sobre la "reforma laboral"
El abogado laboralista e investigador del Centro de Capacitación y Estudios sobre Trabajo y Desarrollo de la Universidad Nacional de San Martín Juan Manuel Ottaviano conversó con El Destape y desarticuló el plan del macrismo para recortar los principios de la legislación laboral. Según su mirada, el neoliberalismo "propone una desregulación del mercado laboral para hacerlo más flexible e inestable, pero se necesita una modernización de las regulaciones laborales para proteger a los trabajadores y sus derechos.
"Larreta se equivoca al hablar de leyes de multas y no considerar las nuevas formas de trabajo. La creación de empleo asalariado en el sector privado ha sido constante en Argentina, pero el problema es la calidad y estabilidad de estos empleos, especialmente los no registrados. Flexibilizar el mercado laboral solo incentiva la informalidad económica", sostuvo Ottaviano.
"Es imposible sostener que el problema más grave del mundo del trabajo y la producción es la industria del juicio laboral cuando la tasa de renuncia es ocho veces más grande que la tasa de despido sin causa, o dicho de otra manera, cuando el 60% de las causas de terminación de los contratos por renuncia. En todo caso hay una industria de la renuncia", sentenció el abogado.
En ese sentido, el economista del Centro de Estudios Económicos y Sociales Scalabrini Ortiz Agustín Pineau reflexionó: "Están proponiendo recetas que ya conocemos, que se han aplicado y que no han generado empleo sino un recorte en los derechos laborales. Esas recetas no resuelven las problemáticas actuales; bajos ingresos y empleo precario, sino que agudizan esos mismos problemas".
Por último, subrayó que pueden haber cambios, pero bajo otro paradigma: "Tenemos que ir a una reforma progresista, tomar en cuenta los caminos que han tomado algunos países, como el caso de Colombia, México y España. Allí se procura atender nuevos problemáticas del mundo laboral sin atentar contra los derechos de los trabajadores".