El conflicto entre los trabajadores y los exportadores se agudizó. Los empleados aceiteros realizan su tercera jornada de paro en reclamo salarial y crece la tensión en el sector por la medida de fuerza que se estableció por tiempo indeterminado, que afecta principalmente a las terminales portuarias del norte de Rosario.
La medida de fuerza la están llevando a cabo la Federación de Trabajadores del Complejo Industrial Oleaginoso, Desmotadores de Algodón y Afines de la República Argentina (FTCIODyARA) y el Sindicato de Obreros y Empleados Aceiteros de San Lorenzo (SOEA), quienes rechazaron una propuesta a la vez "insuficiente y provocadora" por parte de las cámaras CIARA, CIAVEC y CARBIO.
En diálogo con El Destape, el Secretario Gremial de SOEA de San Lorenzo, Martín Morales, negó que el trasfondo del conflicto sea por la baja de retenciones y aseguró que el reclamo "es puramente por recomposición salarial". En ese sentido, los trabajadores piden que el salario básico se eleve de $1.240.202 a $1.550.000.
Sin embargo, esto parece estar lejos de concretarse. En la fallida reunión de más de ocho horas realizada el lunes, las empresas agrupadas en la Ciara-CEC ofrecieron una mejora de 10% y, luego sumar otro 5%, cifras que no se acercan al 27% que exigen desde el gremio aceitero.
Al respecto, las entidades gremiales apuntaron contra el presidente Javier Milei y afirmaron que, esta propuesta, “va en línea con la gestión de un Gobierno Nacional que busca la destrucción de los salarios, que diariamente son devorados por la liberación de precios de todos los productos que consumimos, constituyendo la base de su política económica”. Además, expresaron que “este proceder empresario, de un sector que ha acumulado ganancias extraordinarias durante décadas, refleja una actitud especulativa y una clara ausencia de empatía con la situación de las y los obreros y empleados aceiteros en el marco de la coyuntura crítica que sufre toda la clase trabajadora argentina”.
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Mientras las empresas advierten "ausencia de diálogo de parte de los sindicatos", Morales negó que lo expuesto en el comunicado sea de esta manera. El secretario reveló que no tuvieron "comunicación" con las autoridades empresariales durante las últimas horas. "El presidente de la Cámara de Industria Aceitera sigue expresando que los trabajadores hemos cortado el diálogo, cuestión que no es así. Nosotros claramente estamos con los trabajadores en todos los portales de la fábrica, recorremos todos los días. La sede gremial incluso está a poca distancia de la fábrica, o sea podrían encontrarnos fácilmente si quieren”, sostuvo.
En ese sentido, expuso que la intención de los gremialistas es sentarse a hablar y acercar las posturas: "No tenemos problemas en abrir una mesa de diálogo y estamos dispuestos a charlar, mientras sea una salida acorde".
Paro de aceiteros: freno de la actividad y descuento del día para los trabajadores
Como consecuencia de la huelga de aceiteros, en las adyacencias de los puertos del Gran Rosario, un "gran caudal" de camiones varados se extiende en autopistas y rutas cada día, paralizando no solo las actividades en las plantas procesadoras de granos sino también las tareas de los transportistas que deben descargar la mercadería en las terminales y los despachos hacia el exterior.
El director de la asociación de Cámara de la Industria Aceitera de la República Argentina y uno de los encargados de liderar las negociaciones con los trabajadores, Gustavo Idigoras, detalló en diálogo con Bloomberg que, el retraso en los envíos le cuesta al país unos U$S50 millones al día. En este contexto, el secretario de SOEA Morales advirtió que "no tiene sentido pelearse" por los porcentajes que se discuten dentro de la negociación paritaria "cuando se habla de estos números".
En el comunicado, las empresas volvieron "a insistir en la necesidad de que los sindicatos levanten la medida urgentemente y se sienten rápidamente a la mesa de negociación”. A su vez, como respuesta a la medida gremial, las agroexportadoras advirtieron que, “lamentablemente, los trabajadores deberán afrontar las consecuencias de estas decisiones sindicales, dado que cada día sin trabajar es un día menos de salario a fin de mes”.
Frente a esto, Morales dijo que la reducción salarial en relación con cada jornada de lucha no representa una "pérdida" sino que es "inversión". Por último, recalcó que "los trabajadores saben a lo que se enfrentan" al iniciar esta lucha que lleva más de 72 horas de cese de actividades e intensas semanas de disputa por la paritaria.