Sexto día de paro de aceiteros: el presidente de la Sociedad Rural llamó a las partes a ceder posiciones

Nicolás Pino aseguró que el conflicto perjudica “a toda la cadena" productiva. Los trabajadores reclaman un 27% de aumento, mientras que las empresas solamente ofrecen un 17%. 

11 de agosto, 2024 | 17.32

Los trabajadores aceiteros no dan el brazo a torcer por los aumentos salariales y continúan con el paro por sexto día consecutivo. Mientras la tensión crece, el presidente de la Sociedad Rural Argentina (SRA), Nicolás Pino, llamó "a las partes involucradas para que cedan posiciones que perjudican a toda la cadena" productiva.

“El conflicto portuario de los últimos días tiene paralizado al mercado de granos de nuestro país. Las pérdidas no son solo para la industria y los trabajadores, sino también para los productores, comercializadores y transportistas”, señaló Pino.

La medida de fuerza es llevada adelante por la Federación de Trabajadores del Complejo Industrial Oleaginoso, Desmotadores de Algodón y Afines de la República Argentina (FTCIODyARA), que reúne a 22 gremios, y por el Sindicato de Obreros y Empleados Aceiteros (SOEA) de la localidad de San Lorenzo, en la provincia de Santa Fe, donde se encuentra el mayor polo agroexportador del país. 

En diálogo con El Destape, el Secretario Gremial de SOEA de San Lorenzo, Martín Morales, negó que el trasfondo del conflicto sea por la baja de retenciones y sostuvo que el reclamo "es puramente por recomposición salarial". En ese sentido, los aceiteros piden que el salario básico se eleve de $1.240.202 a $1.550.000.

No obstante, el conflicto parece estar lejos de llegar a su fin. En la fallida reunión de más de ocho horas realizada el pasado lunes, las empresas agrupadas en la Ciara-CEC ofrecieron una mejora de 12% y, luego, sumar otro 5%, cifras que no se acercan al 27% que exigen desde el gremio.

Al respecto, las entidades gremiales apuntaron contra el presidente Javier Milei y afirmaron que, esta propuesta, “va en línea con la gestión de un Gobierno nacional que busca la destrucción de los salarios, que diariamente son devorados por la liberación de precios de todos los productos que consumimos, constituyendo la base de su política económica”.

Hasta el momento, no hubo ningún pronunciamiento del gobierno de Milei en relación con esta problemática. Se estima que hay más de veinte barcos a la espera para cargar granos en las terminales cerealeras del Gran Rosario y un "gran caudal" de camiones varados. Este domingo, ningún vehículo de transporte pudo hacerlo.

Ante los números que manejan las empresas, trabajadores aceiteros afirman que "no tiene sentido pelearse"

A medida que se prolonga la huelga, crece la preocupación en la industria por el impacto económico y logístico que genera, debido a que afecta tanto a los trabajadores aceiteros como a los transportistas y otros sectores vinculados a la actividad portuaria.

El director de la asociación de Cámara de la Industria Aceitera de la República Argentina y uno de los encargados de liderar las negociaciones con los trabajadores, Gustavo Idigoras, detalló en diálogo con Bloomberg que, el retraso en los envíos le cuesta al país un gasto diario de US$50.000. En este marco, el secretario de SOEA Morales advirtió que "no tiene sentido pelearse" por los porcentajes que se discuten dentro de la negociación paritaria "cuando se habla de estos números", ya que el costo del incremento salarial por trabajador rondaría los $250.000.

En el sector agroindustrial remarcaron que es "urgente" que se normalice la actividad para que no haya un daño grave en las exportaciones y que sigan las bajas en el ingreso de divisas. Entre enero y junio pasado, la Argentina exportó por 38.176 millones de dólares, el cuarto valor más alto de la historia para igual período de años anteriores, según un relevamiento de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR). En detalle, toda la agroindustria exportó por 22.905 millones de dólares, el 60% del total del primer semestre.

A través de un comunicado, las empresas advirtieron que, “lamentablemente, los trabajadores deberán afrontar las consecuencias de estas decisiones sindicales, dado que cada día sin trabajar es un día menos de salario a fin de mes”.

Frente a esto, Morales dijo que la reducción salarial en relación con cada jornada de lucha no representa una "pérdida" sino que es "inversión" para alcanzar su objetivo. A su vez, recalcó que "los trabajadores saben a lo que se enfrentan" al iniciar esta lucha que lleva más de 144 horas de cese de actividades e intensas semanas de disputa por la paritaria. 

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