Las solicitudes de subsidios por desempleo en Estados Unidos registraron una suba la semana pasada aunque siguen manteniéndose cerca de mínimos históricos, según consignó hoy la Oficina de Estadísticas Laborales del Departamento de Trabajo.
En la semana que finalizó el 24 de diciembre, cerca de 225.000 personas solicitaron nuevas prestaciones por desempleo tras haber sido despedidas, lo que significó un alza de 9.000 pedidos respecto de la semana precedente.
Missouri y Kentucky lideraron el listado de Estados con mayor alza de solicitudes, las cuales siguen cercanos a los mínimos históricos cifrados en 187.000 solicitudes, número que se registró en 1969 y marzo de este año.
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La cifra coincide con lo esperado por los economistas de Wall Street, según la agencia Bloomberg.
Por su parte, la información oficial indica que el promedio de pedidos en las últimas cuatro semanas -el cual permite atenuar la volatilidad propia de un índice semanal- se mantuvo sin cambios en 221.000 personas, mientras que la cantidad total de subsidios en curso subió en 41.000 a 1,71 millones de personas en la semana que finalizó el 17 de diciembre.
El alza sostenida en el número total de subsidios sugiere que a las personas despedidas se le está dificultando encontrar nuevos empleos.
De todas formas, las cifras son tomadas con cautela por los analistas ya que en las temporadas de las fiestas suele haber gran volatilidad en los números del empleo.
Pese a la caída semanal, este último indicador se encuentra al alza en los últimos meses solía promediar 1,4 millones de personas-, lo cual indica que a las despedidas se les está dificultando la búsqueda de empleo.
Pese a las subas de las tasas de la Reserva Federal estadounidense (FED) que llevaron a las mismas a un nivel récord desde 2007, la ralentización de la economía y despidos focalizados en sectores como el inmobiliario y el tecnológico; el mercado laboral estadounidense resistió los vientos a lo largo del año a tal punto que por cada desocupado continúan ofertándose casi dos puestos de trabajo.
De hecho, la tasa de desempleo continúa manteniéndose cerca de mínimos históricos con un 3,7%, de acuerdo con el último reporte de noviembre.
Esto ha sido motivo de preocupación para la FED ya que, desde el punto de vista de la entidad monetaria, existe un fuerte desbalance entre la oferta y la demanda de trabajo, especialmente en sectores que están teniendo dificultades en encontrar empleados como el ocio y el alojamiento.
Este escenario, según el banco central estadounidense, podría presionar a los salarios y, en última instancia, a los precios de la economía, en momentos donde la inflación se encuentra moderándose tras alcanzar picos inéditos en 40 años.
Con información de Télam