El impacto del huracán Ian derivó en una suba de las solicitudes de subsidios por desempleo en Estados Unidos, las cuales alcanzaron un máximo de seis semanas, según consignó hoy la Oficina de Estadísticas Laborales del Departamento de Trabajo.
En la semana que finalizó el 8 de octubre, cerca de 228.000 personas solicitaron nuevas prestaciones por desempleo tras haber sido despedidas, lo que significó 9.000 más que en la semana precedente.
Los economistas de Wall Street esperaban 225.000 pedidos, según la agencia de noticias Bloomberg.
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Florida, el Estado más afectado por el huracán Ian, lideró los pedidos con 10.368 solicitudes.
El siniestro climático provocó 107 muertes, de las cuales 102 fueron en Florida, de acuerdo con las autoridades.
Cuando tocó tierra en el estado sureño, el huracán era de categoría 4 y sumergió barrios enteros, destrozó casas, puentes y líneas eléctricas.
Se calcula que los daños de Ian fueron de entre US$ 60.000 millones y US$ 70.000 millones.
En ese sentido, Puerto Rico, estado aún impactado por el Huracán Fiona del mes pasado, también continúa registrando un número elevado de solicitudes.
La información oficial indica que el promedio de pedidos en las últimas cuatro semanas el cual permite atenuar la volatilidad propia de un índice semanal- subió a 211.500 personas, mientras que la cantidad total de subsidios no presentó grandes modificaciones y se situó en 1,37 millones en la semana que finalizó el 1 de octubre.
Pese a los fenómenos climáticos, una economía en desaceleración, y despidos focalizados en algunos sectores como el financiero y el tecnológico, el mercado laboral sigue mostrando números favorables y el número de pedidos es reflejo de ello al continuar mostrando cifras comparables con las registradas antes de la pandemia de coronavirus.
A su vez, existe un gran desajuste entre las posiciones requeridas y las personas desocupadas, lo cual provoca que los empleadores se muestren más reacios a la hora de despedir.
El último reporte de empleo de septiembre mostró que Estados Unidos incorporó ese mes 263.000 puestos de trabajo, un sólido número pese a moderarse frente a los 315.000 de agosto.
La tasa de desempleo, por su parte, cayó de 3,7% a 3,5%.
Sin embargo, en los próximos meses el crecimiento de las contrataciones podría ralentizarse de la mano del endurecimiento de la política monetaria de la Reserva Federal (FED) cuyas subas de tasas de interés buscan reducir los niveles récord de inflación que atraviesa Estados Unidos, mediante un enfriamiento de la demanda de la economía, incluyendo al mercado del trabajo.
Es por eso que la FED proyecta un aumento de la tasa de desempleo a 3,8% para el cierre de este año y 4,4% para fines de 2023.
Con información de Télam