La cantidad de solicitudes de subsidios por desempleo en los Estados Unidos cayó durante la semana pasada, según consignó hoy la Oficina de Estadísticas Laborales del Departamento de Trabajo, un día después que la Reserva Federal anunciara una nueva suba en las tasas que podría provocar un alza en la desocupación.
En la semana que finalizó el 11 de junio, cerca de 229.000 personas solicitaron nuevas prestaciones por desempleo tras haber sido despedidas, lo que significó 3.000 menos que en la semana precedente.
De esta forma las solicitudes de subsidios se redujeron casi la mitad respecto al mismo periodo del año pasado, cuando se situaban en 420.000 pedidos.
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Por su parte, la información oficial indica que, al 4 de junio, cerca de 1,31 millones de personas recibía la prestación por desempleo, sin grandes modificaciones respecto al anterior dato.
Sin embargo, el número fue más alto de lo previsto por los economistas de Wall Street que estimaban un total de 217.000 solicitudes, según la agencia Bloomberg.
Tras presentarse un mínimo de 166.000 pedidos -un mínimo en 53 años- en la semana del 18 de marzo, las cifras de pedidos comenzaron a crecer en números que no se registraban desde la última ola de Coronavirus por la variante ómicron que afectó al país a comienzos de año.
Del mismo modo, pese a que los números de despidos se mantienen en niveles bajos, crece el temor que la desaceleración económica, la inflación persistente y el endurecimiento de la política monetaria de la Reserva Federal (FED) reviertan la tendencia en el mercado laboral.
En ese sentido, la FED proyectó que la tasa de desempleo -actualmente en 3,6%, un mínimo en 50 años- subirá a 3,9% hacia fines de 2023, y 4,1% cuando en el último trimestre de 2024.
Al anunciar ayer una suba de tasas de 0,75% -la mayor de la FED desde 1994-, el presidente de la entidad monetaria, Jerome Powell aseguró que, pese a la esperada suba en el desempleo por el enfriamiento en la economía, la tasa tendría que mantenerse en niveles históricamente bajos.
En el último mes de abril el número de vacantes de empleo en Estados Unidos era de 11,4 millones, tras registrar un récord histórico de 11,9 millones en marzo, según el Departamento de Trabajo.
La cifra más que duplica el número de contrataciones de ese mes que se ubicó en 390.000 y, por cada persona desempleada hay 1,9 puestos disponibles.
Esto es una causa de preocupación para Powell ya que, desde su punto de vista, el gran descalce entre la oferta y la demanda laboral provoca que los salarios crezcan, motorizando a la inflación, pese a que, en realidad, los salarios se encuentran 3% por detrás del índice anual, según los últimos datos de mayo.
“El mercado laboral se encuentra extremadamente apretado”, describió Powell ayer, luego de la reunión monetaria de la FED.
El órgano monetario, tras una suba de 25 puntos porcentuales en marzo, 50 en mayo y la de ayer de 75, prevé seguir con los aumentos de la tasas, la cual estima que alcanzará un 3,4% para diciembre, con el objetivo de que la inflación –actualmente en 8,6% anual- baje a la meta de la FED de 2%.
“No queremos sacar a la gente del trabajo. Nunca pensamos que hay demasiadas personas trabajando y que menos necesitan estar empleadas pero también hay que pensar que no podemos tener este tipo de mercado laboral sin estabilidad en los precios”, dijo Powell.
Algunos analistas, sin embargo, dudan de que la FED pueda alcanzar al mismo tiempo los objetivos de bajar la inflación, evitar una recesión y hacer control de daños en el mercado laboral.
Con información de Télam
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