¿Qué hicieron como gestión los macristas paladines de la Educación que hoy piden clases presenciales?

Cerraron escuelas, redujeron hasta en un 78% el presupuesto educativo y retiraron fondos para la compra de computadores en establecimientos públicos. 

16 de abril, 2021 | 15.18

La ex gobernadora María Eugenia Vidal detenta el récord de que su gestión finalizó, por primera vez en la historia de la provincia de Buenos Aires, con menos escueles de las que recibió. El jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, recortó en 371 millones de pesos el Plan Sarmiento, destinado a proveer a estudiantes de dispositivos tecnológicos y recortó en los últimos dos años en un 78 por ciento los fondos para infraestructura educativa. Y el ex presidente Mauricio Macri contrajo la inversión real en Educación por estudiante en 30 por ciento. Ahora, en plena pandemia, hacen referencia a "planificación" y se presentan como los abanderados de la Educación, con el objetivo de plantear una discusión con el oficialismo a partir de la presencialidad o no de alumnos y alumnas en los establecimientos. 

Distintos funcionarios y voceros del macrismo salieron en las últimas horas a coro a criticar las medidas de restricción a la presencialidad en las escuelas, a través de un discurso acalorado en favor de la Educación. Lejos estuvo en la administración de este espacio de priorizar la Educación. Ni hablar de la Educación Pública en dónde jóvenes son arrojados por falta de suerte, según las palabras del propio Macri. O la supuesta inutilidad de contar con Universidades en el Conurbano planteó Vidal, ya que los pobres no van llegan a esas altas casas de estudio. Larreta siempre fue más moderados en sus afirmaciones, pero al igual que Vidal y Macri, boicotearon la Educación. Los números de ese desastre educativo son suficientemente elocuentes. 

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Rodríguez Larreta utilizó este jueves, en más de una oportunidad, la palabra "planificación" para criticar al Gobierno nacional por el cambio de estrategia ante la exponencial suba de casos positivos de COVID-19. A medida que se fue conociendo el impacto de la pandemia y su posible duración, los países se fueron preparando para un cambio en la modalidad tanto laboral como educativa. Durante el 2020, la Ciudad se encontró con más de 5000 hogares a las que no pudo acceder con conectividad en plena pandemia para que los niños y niñas pudiesen tener clases virtuales. Improvisó una especie de clases públicas, exhibiendo a los más desafortunados ante las cámaras de televisión. Pero desde entonces no preparó al sistema educativo para un contexto de continuidad de la pandemia, ni para la "nueva normalidad".

La "planificación" porteña

En enero se conoció que el gobierno de la Ciudad retiró 371 millones de pesos destinados al Plan Sarmiento, el cual permite proveer a estudiantes de dispositivos tecnológicos, para transferirlos a la Dirección de Educación de Gestión Privada. No se acondicionaron ni se construyeron escuelas, no se entregaron computadoras, no se incrementó la conexión WIFI en los establecimientos educativos, no se priorizó una alimentación de calidad y no se elevó el presupuesto ni los salarios docentes.

Por el contrario, el gobierno de Larreta recortó los fondos para infraestructura escolar, medido desde 2019, en un 78 por ciento. En 2019, el presupuesto de ese área fue de 1798,1 millones de pesos, mientras que pare este año lo redujo en 1140,4 millones. En términos nominales es del 71,2 por ciento, pero en términos reales --considerando la inflación-- en ese mismo período es del 77,7 por ciento. 

Un informe de la Unión de Trabajadores de la Educación (UTE) asegura que el fuerte recorte presupuestario educativo para el 2021, lo convierte, respecto al total de la Ciudad, en el más bajo de la historia porteña. "En estos once años los fondos para Educación de la CABA vienen en caída libre. En 2010, durante la primera gestión de Mauricio Macri, el gasto educativo comenzó a emprender una baja constante. Del 27 por ciento de aquél momento descendió al 22 por ciento, y esa fue la pendiente que distinguió cada año al macrismo en materia educativa", señala la UTE.

En la Provincia fue histórico

A tan sólo 10 días del comienzo del ciclo lectivo, Vidal determinó el cierre de los ocho establecimientos del Delta, avanzó varios pasos más y dio de baja otras 39 escuelas rurales de la Provincia de Buenos Aires bajo la excusa de una supuesta "baja matrícula". El cierre contempló a tres jardines rurales y un secundario para adultos de la localidad de Tres Arroyos, dos primarias de General Viamonte, ocho escuelas en Lincoln, dos primarias de Junín, otras dos en Balcarce, dos en Chivilcoy, dos en Pehuajó, tres en Bolívar y otra en Chascomús, entre otras.

Según la Dirección de Escuelas bonaerense, los establecimientos estatales crecieron un 1,5 por ciento (pasaron de 13.680 a 13.887) entre 2015 y 2018, último año con datos disponibles, y las unidades educativas cayeron un 2 por ciento (pasaron de 14.746 a 14.456) en el mismo período.  

Los datos de la Provincia revelan que en 2018 hubo 290 unidades educativas estatales menos que en 2015. Si se analiza cada nivel, se puede observar que aumentó el nivel inicial (63 jardines más), pero disminuyeron los niveles primario (57 unidades educativas menos) y secundario (9 unidades educativas menos). Al mismo tiempo, cerraron 350 modalidades en la educación de jóvenes y adultos.

Para este año la administración de Axel Kicillof presupuestó en Educación de 63 por ciento (se estiman 82.469 millones de pesos) por encima de lo destinado en 2019 por Vidal.

El padre de la "desescolarización"

El macrismo finalizó con un presupuesto educativo para el Estado nacional, en 2019, en términos reales un 17 por ciento más bajo que cuando asumió. En el mismo período la cantidad de estudiantes en todo el sistema educativos se incrementó en 500 mil, con lo cual la inversión educativa real por alimentos del Estado nacional entre 2016 y 2019 se contrajo un 30 por ciento, según un estudio del Observatorio Educativo  de la Universidad Pedagógica Nacional (UINPE). 

Por su parte, un informe del Núcleo Interdisciplinario de Formación y Estudios para el Desarrollo de la Educación (NIFEDE) de la UNTREF reveló que durante los cuatro años del gobierno de Cambiemos, el presupuesto en educación se redujo un 35 por ciento, afectando mayormente a los niveles no universitarios y a las políticas socioeducativas destinadas a enfrentar la desigualdad. 

El presupuesto en la partida “políticas socioeducativas” decreció de manera constante desde la asunción de Macri. Tomando como año de referencia 2016, el presupuesto real asignado a este programa para 2020 representa solo el 6 por ciento de lo que era al comienzo de la gestión. Otro dato que se desprende del informe es que entre 2019 y 2020 el presupuesto destinado a infraestructura y equipamiento se redujo a menos de la tercera parte de lo que era en 2016, y en lo referido a la formación docente, la partida quedó congelada en los 1400 millones de pesos.