Mientras dentro del seno del Gobierno se debaten los costos y beneficios (como si hubiese dudas al respecto) de estatizar la operación de la distribuidora Edesur, el Estado sigue aportando cientos de miles de millones de pesos en subsidios a pesar del ajuste tarifario. En paralelo a la exigencia del Fondo Monetario Internacional (FMI) al Gobierno para que avance más rápidamente en el traslado del costo de las tarifas a la población, desde el equipo económico sólo en febrero se aportaron más de mil millones de dólares en subsidios (sí, dólares) y el servicio que ofrece una de las principales distribuidoras es difícil de definir sin herir susceptibilidades, con más de 110.000 hogares sin luz ni respuesta.
El argumento central para tanto "biri biri" para quitarle la concesión a Edesur es que la firma podría acudir al tribunal de diferencias del Ciadi para pedir un "resarcimiento" por la revocación de un contrato que el menemismo les firmó por 100 años. Hace dos años que se amenaza con la posibilidad de quitarle el negocio a la firma que controla Enel, quien además ya anticipó que se quiere ir del país. La empresa lleva años de acumular suculentas ganancias y no invertir en la misma proporción. Esto deriva en que haya familias sin energía eléctrica hace una semana.
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Parte del Gobierno quiere ir por la estatización ya y otra no se anima a quitarles la concesión por miedo a que después un juicio en el exterior, donde la empresa podría pedir unos 4.000 millones de dólares en resarcimiento. En tanto, en febrero último se destinaron 1.113,4 millones de dólares (en un mes) en subsidios energéticos y el servicio, en el caso de la luz y de la distribución en particular, es espantoso.
Ganancias y después
El año pasado la distribuidora, como informó en ese momento El Destape, repartió ganancias netas por 35.781 millones de pesos, de las cuales una parte importante iba a ser distribuida entre sus accionistas. De esta manera, la empresa lograba remontar dos años sin resultados positivos. En 2022 las inversiones de la empresa en términos reales (es decir, descontando la inflación) se mantuvo casi sin variaciones. Apenas avanzó 17 por ciento. Una práctica que arrastra desde 2018.
Las distribuidoras aseguran que las inversiones están atadas a las tarifas y reclaman un suba mayor en el precio del servicio. Según reporta la Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico Sociedad Anónima (Cammesa) durante los dos primeros años de gestión macrista, cuando se liberó y dolarizaron los servicios públicos, la expansión de la red de alta tensión quedó paralizada. Tras cuatro años de administración Cambiemos la red no varió respecto de lo recibido en 2015. El ENRE ahora dice que se tomará tres meses más para evaluar el desempeño de la empresa.
En el caso de las distribuidoras, la historia es la misma y Edesur sigue sin mejorar el tendido de red de su servicio, pese a que, al igual que hizo el macrismo, se le condonó buena parte de su deuda con Cammesa. En tanto, el sector sigue recibiendo millonarios subsidios del Estado que compensan entre lo que paga el usuario y la tarifa plena. Es decir, no importa quien lo pague, las empresas reciben la tarifa plena, sin importar quien lo paga. El FMI aprieta para que sea el usuario el que lo pague y el estado elimine totalmente los subsidios al sector.
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Los subsidios energéticos alcanzaron un total de 213.651 millones de pesos en febrero de 2023, monto equivalente a 1113,4 millones de dólares, según el relevamiento que realiza el Grupo de Estudios de la Realidad Económica y Social (GERES). Se trata de un volumen que casi se mantuvo en términos reales respecto de la inflación anualizada. Solamente se redujo en 4,8 puntos reales, los cuales fueron más que compensados con los aumentos y la segmentación de tarifas.
Los subsidios a la energía eléctrica ascendieron a 137.492,6 millones de pesos, de los cuales 134.188 millones correspondieron a Cammesa y los subsidios al gas natural ascendieron a 76.158,3 millones de pesos, 70.000 millones con destino a la empresa Enarsa. La participación de Cammesa dentro de la ejecución total de subsidios energéticos fue del 63 por ciento (134.188 millones de pesos).
Por su parte, la deuda flotante correspondiente al ejercicio vigente (2023) asciende a 76.561 millones de pesos en lo que a subsidios energéticos refiere. El Ministerio de Economía efectuó en enero pagos en concepto de deuda flotante por 134.043 millones de pesos.
En enero último se registró un incremento interanual del costo monómico medio (suma de todos los costos de producción) de 103,1 por ciento a 85 dólares por MWh, en tanto que el precio estacional 32,5 dólares, valor que representa un incremento del 130,5 por ciento interanual. "Estos valores dan cuenta de que la cobertura de los costos mediante tarifas fue de 38 por ciento en promedio, 4 puntos porcentuales por encima de la cobertura alcanzada en enero 2022", señala el informe de GERES.
La segmentación tarifaria e incremento sobre la factura de consumidores residenciales comenzó a implementarse en octubre del año pasado. Esta semana se conoció que uno de los puntos derivados de la revisión del acuerdo entre el Fondo y el Gobierno estuvo referidos a "acelerar" la quita de subsidios. A partir de mayo, de cara a la próxima revisión del acuerdo, se van a eliminar los subsidios para los usuarios residenciales de mayores ingresos y para los usuarios comerciales a fines de 2023, según informó el organismo en un comunicado oficial.
Es por eso que el Gobierno vuelve a prorrogar la inscripción para que los hogares accedan al subsidio de parte del servicio que, igualmente, las empresas prestan precariamente. Parte de las dilaciones en la segmentación fue que la cantidad de inscriptos al registro fue más baja que lo previsto por el Gobierno.
Los usuarios de Gas Natural del segmento de más ingresos ya pagan la tarifa plena desde el año pasado, pero en el caso de la energía eléctrica, la quita total de subsidios que en principio estaba prevista para febrero de 2023 se hará efectiva, según el FMI, en mayo. En simultáneo, con temperaturas que superaron la térmica de 40 grados durante varios días un centenar de hogares se mantiene sin suministro eléctrico.