Si bien frecuentemente se habla del costo devaluatorio, inflacionario y salarial de la dolarización, la propuesta que impulsa Javier Milei, candidato presidencial de La Libertad Avanza, también lleva aparejado otro problema: el de la necesaria emisión de deuda por una gigantesca cifra, según señaló un informe privado de la consultora Aurum.
En palabras básicas, para dolarizar es necesario sí o sí que Argentina consiga dólares. Esto se debe a que las reservas netas actuales del Banco Central son negativas en aproximadamente 10.000 millones de dólares. Por lo tanto, ni siquiera a un tipo de cambio altísimo podría dolarizarse, porque la ecuación no cierra si esos dólares no están.
La cifra total de dólares necesarios para dolarizar la economía surgen de sumar las reservas netas del BCRA (hoy negativas) y las Leliq, letras emitidas por la entidad monetaria -en posesión de los bancos- que también constituyen su pasivo. El sector privado entiende que de esta cuenta resulta que para la dolarización son necesarios aproximadamente 36.000 millones de dólares.
La principal propuesta de dolarización del equipo de LLA es conseguir los dólares mediante la emisión de nuevos bonos para el mercado extranjero. Por lo tanto, a la hora de dolarizar no solo importa el "el valor del dólar, sino también del valor de mercado de esa deuda emitia", señala el informe de Aurum.
Este mismo punto fue reconocido por Carlos Rodríguez, asesor económico del equipo de Milei. "Dicen que Milei festeja cuando sube el dólar. Depende. Si sube el dólar y cae la deuda argentina, va a ser mas difícil dolarizar. Hay que mirar bien la ecuación", afirmó el economista en Twitter la semana pasada.
"Rodríguez se refiere seguramente al precio de la deuda argentina. Siguiendo su razonamiento, si sube el dólar, pero caen los precios de los bonos soberanos, eso va a hacer más difícil practicar una dolarización. Si el precio de esos bonos es más bajo, tenés una 'garantía' más chica para conseguir dólares", lo explica Federico Zirulnik, economista del CESO.
Emiliano Libman, economista de Fundar y autor de trabajos críticos sobre la dolarización propuesta por Milei, muestra un ejemplo. "Se puede pensar así. Por cada 100 de deuda emitida hoy el mercado te da de 20 a 25, aproximadamente. Si el valor cae a 15, entonces emitís deuda por 100, por lo que vamos a pagar eso, pero solo conseguís 15".
"Sube el dólar y hay dos fuerzas opuestas. Menos dólares para convertir a pesos pero menos valen los pesos que hay que cambiar", agrega Libman en diálogo con El Destape.
El informe de Aurum calculó la emisión de deuda necesaria hoy en día, con el objetivo de conseguir los 36.000 millones de dólares que hacen falta para dolarizar, en función del valor de mercado de la deuda actual. Para ello tomó como parámetro el GD30, es decir el principal bono utilizado hoy en día por el Estado para colocar deuda en el exterior. Dado que el valor real actual del GD30 es de 0,315 (o sea, un 31,5% de su valor nominal), serían necesarios 116.496 millones de dólares de deuda emitida para conseguir en los hechos esos 36.000 millones de dólares.
Se trata de una cifra todavía más alta que la que había admitido Diana Mondino, economista y eventual canciller de Milei, quien afirmó a inicios de septiembre que faltaban 90.000 millones de dólares para poder dolarizar la economía. Una cifra inconsistente con la que lanzó el propio candidato presidencial hace una semana, cuando dijo en una entrevista radial que alcanzaría con conseguir 30.000 millones de dólares. Claro, sin advertir sobre sus consecuencias en el aumento de la deuda.
Aunque el candidato presidencial de LLA dijo que puede "conseguir rápido los fondos", nunca ofreció pruebas sobre cuáles serían las fuentes de financiación concretas. Especialmente cuando la comunidad internacional no parece mostrar mucha confianza en su plan.
La semana pasada, el Instituto Internacional de Finanzas (IIF), asociación empresarial que incluye a los bancos más grandes del mundo, afirmó en un informe sobre el plan de Milei que la opción de endeudarse en dólares en el mercado “luce poco viable por el poco apetito de deuda de los inversores extranjeros”.
La trampa, justamente, es que la urgencia de la dolarización expresada por Milei únicamente muestra lo precaria de la situación macroeconómica argentina. Por lo tanto, a mayor denuncia de lo necesario que es dolarizar, más probable es que los títulos soberanos emitidos por el país se deterioren en el mercado real, siendo necesario emitir más deuda total.
La otra opción es la de conseguir los dólares de forma sostenida y paulatina mediante el desarrollo productivo y el superávit comercial. La pregunta, en ese caso, es para qué afrontar el costo de dolarizar con la macroeconomía nuevamente estabilizada.