Otra mala noticia para Milei: crisis porcina china complica exportación de soja

Los porotos de soja tuvieron como principal destino el año pasado a China, con u $s 937 millones. En julio último, el saldo comercial con el país asiático se mantuvo positivo a partir de la venta de oleaginosos argentinos.

19 de agosto, 2024 | 17.46

Las especulaciones acerca de una posible guerra comercial entre los Estados Unidos y China, según resulten los comicios en el país norteamericano a fin de año, mantiene atento a los operadores de soja en Chicago y, por carácter transitivo, a los productores agropecuarios argentinos. La venta de soja argentina se potenció en los últimos años a partir de una mejor situación de la población china, la cual cuenta con un mayor acceso al consumo de carne de cerdo. La mayor ingesta de proteína animal impulsó la producción china de cerdo y, como el animal es alimentado a base de soja, la venta argentina de oleaginosos a ese país, principal mercado de destino, se vio apuntaladas hasta niveles históricos. Por lo tanto, una caída en la producción porcina en China podría sumarle otro dolor de cabeza al gobierno de Javier Milei, ávido de los dólares que pueda aportar el complejo agro-exportador al raquítico stock de reservas.

En julio las exportación de productos primarios alcanzó a los 1.785 millones de dólares, valor 40,1 por ciento superior al del mismo período del año anterior (511 millones de dólares). En este rubro las cantidades subieron 62,8 por ciento, mientras que los precios cayeron 13,9 por ciento. Este desempeño se debió principalmente a mayores ventas de semillas y frutos oleaginosos, que se incrementaron 308,6 por ciento, mientras que los precios de la soja cotizan en sus mínimos desde la salida de la pandemia, por debajo de los 350 dólares la tonelada. En ese marco, el intercambio comercial con China en productos primarios mantiene un saldo positivo de 379 millones de dólares. El 56,1 por ciento de los despachos se concentró en porotos de soja, excluidos para siembra, según cifras difundidas por el INDEC.

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Las especulaciones de una guerra comercial EEUU-China ponen en tensión el mercado sojero, por la posibilidad de una menor demanda del gigante asiático. “Estas especulaciones tienden a ganar fuerzas cuando a esta altura solo se comprometió 1 millón de toneladas de soja de la campaña 2024/25 desde Estados Unidos hacia el gigante asiático; siendo que a este momento del año es normal que los compromisos de nueva mercadería entre ambas potencias alcancen 7,6 millones contemplando el promedio de los últimos cuatro años”, detalla el relevamiento de la Bolsa de Cereales de Rosario.

“En este contexto, China mantiene el foco de su demanda en Sudamérica, pero ya estamos en momentos donde se tendría que dar la transición de compras desde esta región hacia América del Norte, debido al próximo ingreso de la nueva cosecha. No obstante, se siente la menor demanda de soja de dicho país”, sostiene el informe bursátil. En el primer semestre de 2024, las importaciones de soja de China caen 9 por ciento con relación al primer semestre del 2023, ascendiendo a 48 millones de toneladas, principalmente provenientes desde Brasil y quitándole participación a Estados Unidos.

Esta situación beligerante, en la que el principal demandante mundial de soja reduciría sus compras, profundizará la caída de precios, mientras el complejo oleaginoso argentino retiene parte de su cosecha aún a la espera de mejores cotizaciones internacionales y de un tipo de cambio “más favorable” para el sector.  China explica la mitad del consumo mundial de carne de cerdo y la harina de soja representa una proporción significativa de la dieta para el ganado. Según el último informe disponible de parte del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA) para este año, se espera una contracción del 3 por ciento en el consumo de carne de cerdo local, explicado en parte por la desaceleración económica que el gigante asiático está haciendo frente durante el presente año.

A esto se agrega que se esperan buenos niveles de oferta en Estados Unidos y en el resto de los principales países productores, lo cual ha redundado en un panorama de sólida tendencia bajista para la oleaginosa en el último tiempo”, agrega la entidad rosarina. No es tan solo el aspecto comercial –el cual probablemente esté descontando el mercado—, sino también el efecto de la coyuntura económica asiática y la menor intensidad del consumo de carne de cerdo dentro de este país.

Como consecuencia, la existencia de vientres sufrieron duro un recorte importante desde los elevados niveles alcanzados en los años previos. El arribo de la peste porcina africana provocó un importante ritmo de liquidación de ganado el año pasado, tendencia que se mantuvo durante el primer semestre de 2024. Entre enero y junio del presente año, la faena de cerdos ascendió a 160 millones de cabezas, los mismos números que durante el primer semestre del año pasado, siendo así el ritmo de liquidación más importante de los últimos 15 años.

Según la última actualización del USDA, en su informe de economías externas, la cantidad de vientres en 2024 retrocedería un 3 por ciento respecto al 2023 con 695 millones de cabezas, siendo el nivel más bajo desde 2021, dejando a fines de año los stocks más ajustados desde 2019 en China. Menor nivel de vientres porcinos requiere, en suma, un menor nivel de alimento forrajero, debilitando la demanda por harina de soja. De hecho, sobre el mercado de futuros en China, las cotizaciones por harina de soja han retrocedido 23 por ciento desde inicios de año y se encuentran en mínimos desde agosto del 2020.

Es que, además de la caída en la demanda, el gigante asiático cuenta con elevados niveles de stocks de porotos de soja en los principales puertos; en total, han mantenido diariamente entre 7 y 7,7 millones de toneladas de soja en lo que va del 2024. Estos guarismos, de no ser por el año 2021, serían los más elevados en por lo menos una década. De esta manera, resultados operativos negativos y elevados niveles de reservas en conjunción con una demanda interna que tiende a contraerse, se han confabulado para que el programa de importación chino de soja también se resienta. Las especulaciones en torno a la demanda por poroto tienden a descontar precios cada vez más bajos, convalidando niveles mínimos en más de cuatro años.