La Aduana realizó allanamientos en 50 allanamientos distribuidos en bancos, estudios contables y sociedades por una supuesta fuga de 400 millones de dólares por pedidos de importación truchos. La maniobra consistió en simular importaciones, utilizando documentación falsa, con el único objetivo de fugar divisas al exterior. En algunos casos, los CUITs utilizados para las maniobras ilícitas correspondían a personas muertas.
En un domicilio del barrio porteño de Belgrano, ante la llegada de la Aduana y la Policía Federal, las personas presentes en el lugar se fugaron por la terraza. Al ingresar, la Aduana encontró cajas fuertes vacías y una máquina de contar billetes. Todo indica que además vendían celulares de alta gama y accesorios de telefonía en forma irregular.
Fuga y maniobras fraudulentas
De acuerdo a lo informado, Aduana realizó 50 allanamientos en simultáneo en diferentes puntos del país, en el marco de la causa 452/23 del JNPE N° 2, a cargo del Dr. Pablo Yadarola, y de la FNPE N° 6, a cargo del Dr. Jorge Dahlrocha. Los allanamientos se realizaron en el microcentro porteño, Rosario, Córdoba y Bahía Blanca en conjunto con Policía Federal Argentina, División Lavado de Activos. Según se informó, hubo irregularidades que se filtraban por los errores de control que presentaba el Sistema Integral de Monitoreo de Importaciones (SIMI).
La investigación surgió de un cruce sistémico efectuado por la Aduana comparando los giros de divisas cursados de los bancos con las importaciones que nunca efectuaron los falsos importadores. En dicho cruce se detectaron SIMIs falsas, que habrían sido realizadas con la connivencia del personal del sector de comercio exterior de diversos bancos y financieras.
Los giros al exterior por las falsas importaciones se efectuaron a 146 firmas estadounidenses de dudosa constitución –fundamentalmente LLCs radicadas en Delaware y La Florida- que están vinculadas a argentinos. Aduana puso en conocimiento de la situación al Homeland Security Investigations para recabar información de las empresas en Estados Unidos y que también brinde información sobre los beneficiarios finales de las empresas radicadas en ese país.
En el caso de algunos estudios contables y jurídicos, se armaban las empresas y en otros ofrecían aumentar la capacidad económico financiera a quienes giraban las divisas. Muchas de las empresas allanadas no estaban habilitadas como importadores o exportadores, fueron incluidos en la base de usuarios de comprobantes apócrifos y creadas solo para realizar este tipo de conducta ilícita.