En las jornadas previas a las elecciones se recalentó el mercado cambiario informal y comenzaron a replicarse las voces en torno a una devaluación del oficial supuestamente "inevitable" para los próximos meses. Si bien las condiciones macroeconómicas no están dadas para un reacomodamiento brusco del tipo de cambio (balanza comercial positiva, ingreso de divisas al Banco Central y dólar competitivo respecto de los principales socios comercial es del país), la escalada inflacionaria le suma presión alcista al precio del billete estadounidense. La clave sigue siendo la brecha entre el dólar oficial y las alternativas financieras, que oscila actualmente el 100 por ciento.
Economistas consultados por El Destape descartan un ajuste abrupto del dólar oficial pero sostienen que la política de ancla cambiaria para contener la inflación hizo que se acumule un desfasaje entre el precio de la divisa y del resto de la economía. Las estimaciones recabadas anticipan una aceleración del ritmo devaluatorio, el cual hoy avanza a menos de la mitad de lo que lo hacen los precios domésticos. El riesgo es que esa devaluación genere una segunda ola inflacionaria.
En lo que va del año el tipo de cambio oficial aumentó 17 por ciento, al pasar de 90 pesos en enero a 105 esta semana, mientras que el índice de precios minorista acumula un alza del 37 por ciento. El economista Orlando Ferreres explicó a este medio que, sea cual sea el ajuste en el tipo de cambio, el traslado a precios internos suele ser del 50 por ciento; es decir que si el dólar aumenta 20 puntos, 10 puntos se van a inflación doméstica.
Precisamente ese el número que algunos analistas, incluyendo a Ferreres, ven como retraso, tomando en cuenta linealmente la diferencia entre el desempeño de la inflación y la suba del dólar. La pregunta es cómo encarará el Gobierno esta brecha, teniendo en cuenta las negociaciones con el Fondo Monetario, organismo que presiona por la liberalización de la cuenta capital (es decir, dejar el dólar libre).
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"No se sabe muy bien qué va a pasar. Hay muchos rumores y distintas versiones. Son varios puntos a analizar: el acuerdo con el FMI en el aspecto fiscal y cambiario; y la posibilidad de desdoblar el mercado ente el financiero y el oficial. Pero no hay nada firme", explica a El Destape el titular de la consultora homónima Orlando Ferreres y Asociados. En este tándem, el economista considera que "un acuerdo con el FMI va a ser la solución más realista".
El FMI pide apertura cambiaria pero también que se controle los altos niveles de inflación. "Habrá que equilibrar los dos pedidos", señala Ferreres. Hoy el dólar viene aumentando a un ritmo de 1,5 por ciento mensual, mientras que la inflación escalada por encima del 3 por ciento. "Lo deseable es que comience a actualizar el precio del dólar a un ritmo de 4 o 5 por ciento por mes, lo que, con una inflación que baje de a poco, es lo que se requiere para las exportaciones", explicó el economista, para quien hoy existe un rezago de entre 15 y 20 por ciento que deberá ajustarse en los próximos meses.
"Habría que empezar ya en noviembre y llegar a marzo y abril con esa recuperación", agregó. En cuanto al déficit fiscal, otro pedido del FMI, sostuvo que presentar un rojo presupuestario del 2,7% - 2,8% por ciento para el año próximo, un punto menos que este año (3,7%) permitiría llegar a un acuerdo con el organismos.
El ex titular del Banco Central Alejandro Vanoli consideró que "el Gobierno tiene con qué manejar el oficial". "Seguramente va a tener que aumentar el ritmo de devaluación y tiene herramientas para controlarlo. Sin embargo, el problema es la brecha", explicó el economista, quien dirige la consultora Synthesis.
Con un dólar blue que llegó a operar en torno a los 205 pesos y un oficial en 105, la brecha se acerca al 100 por ciento, aún lejos del 150 que exhibía a fines del año pasado. "Para bajar la brecha hace falta restaurar la credibilidad y, para ello, es necesario presentar un plan económico de corto y mediano plazo. Eso permitiría cambiar las expectativas de devaluación. En parte, porque esas expectativas se han instalado de forma mediática pero también por el clima económico que se fue creando", señaló Vanoli a El Destape.
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Consultado por la posibilidad de que se aplique alguna reducción en el dólar turista (actualmente tributa 65 por ciento entre el impuesto PAIS y el anticipo de Ganancias), el ex banquero central consideró que podría ser una alternativa para abaratar la compra, aunque eso debería hacerse en "el marco de un plan más amplio".
El economista Hernán Letcher remarcó que la situación actual no difiere respecto de la del año pasado, cuando también se había presionado por una devaluación que el Gobierno finalmente no convalidó. "Hoy tenés una curva en los dólares alternativos similar a la del año pasado, con la diferencia de que hoy se está en mejores condiciones", explicó el director del Centro de Economía Política Argentina (CEPA).
"En el transcurso de este año el Banco Central compró dólares y la balanza comercial es superavitaria, por lo cual no hay condiciones para una devaluación abrupta", detalló Letcher a El Destape.
El stock bruto de reservas pasó de 39,501 millones de dólares en enero a 42.790 millones esta semana. La fuerte suba en los precios internacionales de los productos exportables permitieron al Central acumular 6530 millones de dólares en compras en lo que va de 2021. De acuerdo con el relevamiento del Grupo de Estudios de la Realidad Económica y Social (GERES), las reservas netas al cierre de octubre se ubicaron en 6857 millones de dólares, de los cuales 1222 millones son líquidas, 2037 millones son Derechos Especiales de Giro del FMI y 3599 millones en oro.
"Más allá del interés que puedan tener algunos sectores particulares, tanto el año pasado como en este momento, de buscan forzar un salto del tipo de cambio que los beneficie económicamente, las condiciones no están dadas para un ajuste abrupto", sentenció Letcher.