El equipo económico que conduce el ministro Luis Caputo profundiza el ancla cambiaria para bajar la inflación, pero la carga terminará haciendo naufragar el esquema de bicicleta financiera antes de lo previsto. Los inversores, fuertemente posicionados en el tren del carry trade, vislumbran un agotamiento de las condiciones para mantener sus colocaciones especulativas y crece el riesgo de no poder tomar ganancias y dolarizarlas, completando así el círculo de apreciación y fuga. “El mercado comienza a ver que los dólares financieros pueden llegar a subir, lo cual genera compras y profecía autocumplidas que hacen subir la brecha. El desencadenante de este cambio de percepción podría llegar a ser números de comercio exterior y turismo que se deterioran visiblemente entre enero y marzo, gatillando el desarme de muchas operaciones de carry”, señala consultora lcg.
Establecer un lastre para frenar la inflación no es una solución de largo plazo. Por el contrario, lo que termina sucediendo es que se profundiza el problema de precios relativos. Hoy el dólar es el bien más barato de la economía. Junto con los salarios y las jubilaciones, obviamente. Sin embargo, el Gobierno sigue aferrado a la receta anti-inflacionaria utilizada por Domingo Cavallo con la Convertibilidad o Martínez de Hoz con la Tablita. Milei encabeza un proceso sui generis de ambas que, hasta el momento, le permitió mostrar vía recesión un freno a la inercia inflacionaria. Tanto el gobierno como el mercado piensan que este nivel cambiario puede sostenerse hasta las elecciones, ya sea porque el flujo comercial no se deteriore mucho (con apuesta en la exportación de Vaca Muerta) o por las líneas del exterior que el equipo económico pueda conseguir (REPO con bancos o nuevo acuerdo con el Fondo Monetario). Los problemas del dólar barato sobre la economía real quedarán para un futuro postelectoral.
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“Las negociaciones con el organismo girarán alrededor de los controles cambiarios y el nivel de tipo de cambio. La baja del crawling-peg al 1 por ciento y la consecuente profundización de la apreciación cambiaria van en contra de la visión del Fondo. En su reciente evaluación del programa finalizado en 2024 advirtió sobre la apreciación cambiaria actual. Aun así, la estrategia del gobierno podría ir en sentido a consolidar el proceso desinflacionario a costa de profundizar la apreciación para que, cuando llegue la hora de aplicar las medidas cambiarias que suele demandar el FMI, el traslado a precios sea menor, debido al contexto de baja inflación”, señala un informe de Analytica Consultora.
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Reservas y brecha cambiaria
La presión ya comienza a sentirse en las reservas y en la necesidad de una intervención más activa del Banco Central para mantener la brecha cambiaria entre el precio en el mercado oficial y los dólares financieros. La brecha cambiaria se sitúa en un nuevo piso establecido por el desarme del carry trade de fin de diciembre. La brecha asciende a un 19 por ciento para el blue y un 14 por ciento para el contado con liquidación. “Por el volumen operado de bonos AL30 y GD30, el BCRA está siendo parte activa en los mercados de dólar MEP y CCL tratando de sostener paridades, a costa de resignar parte de las reservas que compra en el mercado oficial”, advierte el informe de lcg. Por su parte, el tipo de cambio real multilateral al 21 de enero arrojó una suba de sólo 0,1 por ciento en lo que corre del mes producto de la apreciación del real en estos días. Contra un año atrás, la baja acumulada asciende a 38,1 por ciento, ubicándose 4,2 por ciento por debajo del piso de noviembre 2023”, agrega el documento.
En lo que va de enero el Banco Central incrementó sus reservas brutas en 668 millones de dólares llevando el stock a 30.280 millones, pero las netas líquidas negativas crecieron en casi un 50 por ciento en apenas 15 días producto de la intervención oficial con los dólares financieros. “Al 15/01, las reservas netas del BCRA fueron negativas en 4.164 millones de dólares: las reservas netas líquidas (divisas) fueron negativas en 9.550 millones, 5.344 millones correspondieron a oro y 42 millones a DEG. Las reservas totales se situaron en 30.624 millones de dólares”, informó el Grupo de Estudios de la Realidad Económica y Social (GERES).
Durante enero las reservas sintieron el impacto del pago de Globales y Bonares el 9 de enero por 3.400 millones de dólares. Una parte se mantuvo en depósitos dentro del sistema financiero, contando todavía como reservas vía encajes. La posición compradora en el mercado único y libre de cambios revierte el freno que sufrió hacia finales de diciembre por el desarme del carry por parte de algunos fondos, alcanzando 1.514 millones.
“No obstante, hay que aclarar que el BCRA elevó el grado de intervención en los mercados de dólares financiero buscando sostener paridades de los títulos. El volumen diario operado en AL30 y GD30 en lo que va de enero promedió 84 millones de dólares, sensiblemente por encima de los niveles vigentes a principios de diciembre. Las reservas netas se ubican en -7.516 millones de dólares al 21 de enero”, explica lcg. El Gobierno podría modificar la estrategia cambiaria con la eliminación de las restricciones al acceso de divisas (cepo), pasando a una libre flotación entre el peso y el dólar, como prenda de cambio en una negociación con el FMI para conseguir fondos frescos. Pero no parece un escenario posible antes de marzo o abril, tras rubricarse un eventual acuerdo. Por lo pronto, lo que anunció el equipo económico es una profundización del atraso cambiario bajando el ritmo de apreciación del dólar al 1 por ciento mensual.
“En términos de restricción externa, el 2024 termina de mucha mejor forma que el 2017, año que mostró un tipo de cambio real similar al actual. Será crucial ver cómo serán los números del trimestre enero-marzo para ver si esta situación se mantiene o ya comienza a verificarse un comercio exterior (incluyendo turismo) más tensionado”, concluye lcg. En una entrevista con la agencia Bloomberg en la previa de su participación en el Foro de Davos el presidente Javier Milei aseguro que no se va a salir del cepo hasta que no se recompongan los stocks del Banco Central –hoy con reservas negativas—, por lo que el mercado pone en duda que tanto cepo como crawl se eliminen casi inmediatamente después de recibidos los desembolsos del FMI sino que, debido a los latentes riesgos de traslado a precios, podría hacerse tras las elecciones de medio término.