El presidente Javier Milei salió este viernes a destacar como una demostración de confianza del sector privado en el Gobierno el crecimiento de los depósitos en dólares del sector privado, que según las estadísticas llegaron al nivel de US$ 19.500 millones, pero entre analistas hay coincidencias de que expresan las ventas del BCRA en el mercado financiero para contener la brecha con el dólar oficial.
La suba de los depósitos en dólares desde mediados de julio no lo explica solamente al blanqueo y credibilidad, sino que es la expresión de la creciente intervención del Banco Central en el mercado financiero con la venta de divisas para controlar las variantes del dólar MEP y CCL.
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Los dólares se mantienen siempre en el sistema financiero, pasan de las reservas del BCRA a mano del sector privado, y el efecto se ve en que las reservas internacionales no varían porque bajan las reservas netas y suben los depósitos del sector privado.
Los ahorristas, personas y empresas, que se están dolarizando vía MEP (ya sea con bonos o con acciones) luego no retiran el efectivo por ventanillas para depositarlos en caja de seguridad o simplemente sacarlos del sistema, sino que lo dejan en el banco como depósito.
Con el estilo desafiante del presidente, el posteo de Milei que también replicó el ministro de Economía, Luis Caputo, sostiene: “Dato: los depósitos privados en dólares volvieron al nivel que tenían el día de la elección presidencial de 2019 (27-OCT-2019) por primera vez. Desde ese día, nunca habían llegado a los USD19.5bn que hay hoy. Fin.”
Según estimaciones de analistas privados, entre julio y agosto el Banco Central habría vendido más de US$ 700 millones en el mercado financiero, que pasaron a medirse como depósitos privados. También sucede con las operaciones de exportación que ingresan el 20% a través del sistema financiero (conocido como dólar blend), lo que se convierte en depósitos del sector privado mientras no lo retiren del banco.
Por lo que al optimismo del presidente se le deberían descontar unos probablemente mil millones de dólares que entre ventas del BCRA y del blend de exportaciones solo pasaron de mano dentro del sistema de unas cuentas a otras.
La tensión sobre la marcha de la economía la expuso el propio Caputo, en una serie de posteos en la red social “X” donde intentó generar un cambio de expectativas para evitar que la se empiece a instalar la idea de que no logrará consolidar el superávit fiscal ni acceder a los dólares necesarios para hacer frente al pago de los servicios de la deuda, especialmente de bonos Globales y bonares de enero próximo.
Desde antes de que se conozcan las pésimas expectativas de las consultoras sobre la evolución de la inflación, el ministro viene alentando sobre la economía que cree llegará: “Cosas que ya están pasando y se van a exponenciar en los próximos meses: La inflación va a bajar. La economía va a recuperar. Los impuestos van a bajar. Las regulaciones van a colapsar. El crédito privado va a explotar. La demanda de dinero va aumentar. Los pesos van a faltar. Los dólares van a sobrar. El dólar financiero va a converger al dólar oficial. Los salarios van a recuperar. La pobreza va a bajar” y para rematar, arroba al ministro de Desregulación, Federico Sturzenegger.
Caputo cuenta con el apoyo de grandes bancos, como el JP Morgan, que recomendaron compra de activos argentinos especialmente en el sector de bancos y energía y que impulsó el precio de los ADRs.
Pero las expectativas siguen condicionadas a la apertura del cepo y la liberación del mercado de capitales que podría ocurrir en el último trimestre del año siempre que la inflación logre quebrar el piso de 3-4% y pase al rango de 1-2% y el ingreso de dólares por el blanqueo de capitales ayude al BCRA a perder menos reservas netas para mantener en raya a los dólares financieros.
En el último Relevamiento de Expectativas de Mercados, las consultoras estimaron una tasa de inflación del 3,9% en agosto, 3,5% en septiembre y octubre, 3,3% en noviembre, 3,6% en diciembre y 3,4% en enero y febrero.
La inflación de la Ciudad de Buenos Aires estuvo por encima marcando un nivel general de 4,2% (en julio había sido 5,1%), con bienes corriendo a 3,1% y servicios a 4,9%. Ayudaron los estacionales que cayeron 3% a compensar los regulados que se dispararon 7%. El resto, que se asemeja a la inflación núcleo, se disparó a 4,3% apenas por debajo del 4,6% de julio.
El ministro de Economía, Luis Caputo, todavía cree que la rebaja de la alícuota del impuesto PAIS de 17,5% a 7,5% le dará margen a las empresas para absorber otros incrementos de costos y no trasladarlos al precio final mientras la recesión acompaña por la caída de la demanda, que según los primeros indicadores continuó en agosto.
Pero las consultoras están viendo que el contexto internacional puede complicarse y ponen especial atención a la marcha de la campaña electoral para las elecciones presidenciales en Estados Unidos. Por eso, preferirían ver al Gobierno argentino sentarse rápidamente a negociar un programa con el FMI y dejar el plan Caputo para mejor oportunidad.
Por las dudas, el banco de inversión CMF le advirtió a sus clientes: “semejante movimiento al alza requiere ser cauteloso ante posibles tomas de ganancias, por lo que es recomendable invertir en activos que coincidan con su perfil de inversor”, es decir, prepararse para una brusca caída del mercado si se termina el enamoramiento con Milei.