La campaña de desestabilización de la oposición con el dólar

El macrismo metió presión sobre los mercados financieros en las últimas semanas, lo que se sumó a medidas del Gobierno y una elevada inflación que hicieron subir a los tipos de cambio paralelos.

29 de junio, 2022 | 00.05

“El dólar blue va a valer tan alto como mala sea la calidad de la política económica”, fue una de las tantas frases lanzadas por el macrismo en las últimas horas. Estas presionaron a los dólares paralelos en un momento en que ya estaban flojos los bonos argentinos, que se desplomaron hasta 6%. Algunas medidas del Gobierno y una inflación que no cede tiñeron de rojo las pizarras en la jornada.

La locución sobre el precio del tipo de cambio ilegal que imprimió dudas sobre su techo provino del ex ministro de Hacienda Hernán Lacunza. Antes de que termine el mandato de Mauricio Macri, este economista fue el autor del default disimulado de la deuda pública denominado “reperfilamiento”. La cesación de pagos de títulos públicos que declaró en 2019 recorrió el mundo, puesto que ningún país acostumbra incumplir con sus acreedores en la moneda local como lo hizo la Argentina de Cambiemos.

El dólar blue subió seis pesos y cerró el martes en el récord de $ 238. Entre los bonos, los Globales cayeron hasta 5,8% y hubo algunas compras de oportunidad entre los Bonar por sus continuas caídas, que dejan a títulos con rendimientos del 35% en dólares. Al mismo tiempo, el riesgo país escaló 2,4% hasta los 2.489 puntos.

A Lacunza se le sumó algunos días atrás el “Messi” de las finanzas, Luis Caputo. Adelantó la posibilidad de un nuevo default si ganan las elecciones. “El incentivo a un reperfilamiento es altísimo”, lanzó. El “Toto” de la Champions, como también lo presentó Macri, fue investigado por la Justicia por intermediar entre el Fondo de Garantía de Sustentabilidad de la ANSES y los bonos del Estado a cambio de una comisión para su financiera.

No se quedó sin opinar el último presidente del Banco Central del macrismo, Guido Sandleris. “80% de inflación a fin de año si no cambia el ritmo. 5,1% fue en mayo y junio viene peor. Bajen el déficit, paren la emisión: Gobiernen”, tuiteó el economista. Dejó la función pública en 2019 con los aumentos de precios más altos de las últimas tres décadas.

Las incertidumbres que plantearon los ex funcionarios macristas sobre el dólar pegaron en los bonos que, si bien ya estaban flojos, cayeron un escalón más. “Frente a las mayores restricciones del Banco Central, que apuntan más a desincentivar algunos rubros y aumentar el endeudamiento comercial, la reacción típica del mercado es contraer la oferta”, le añadió un especialista de la plaza cambiaria a El Destape. “Lo importante es comenzar a comprar y que se aceleren las liquidaciones", planteó un funcionario.

De hecho, la autoridad monetaria adquirió US$150 millones en la rueda. El lunes también había finalizado con un saldo comprador neto, en esa oportunidad de US$ 250 millones. Sin embargo, no logró mantener esa posición en los últimos meses. Uno de los factores principales se dio por la importación de energía y la disparada de su precio ante la guerra en Ucrania. La vicepresidenta, Cristina Kirchner, además, lo adjudicó a un “festival de importaciones”.

Ante esto, el BCRA modificó el sistema de financiación de importaciones realizadas bajo licencia no automática y la importación de servicios. Las medidas limitan el acceso al mercado mayorista a un gran grupo de importadores, los que deben tomar créditos en el exterior para hacer las compras. Esto busca “ampliar las reservas en mil millones de dólares”, de acuerdo al presidente de la entidad, Miguel Pesce. “La decisión del Banco Central es atacar el problema (de la falta de dólares) con la reducción de la demanda o un salto devaluatorio”, declaró. Pero mientras que descomprime el mercado oficial, esta resolución incrementa la demanda de los tipos de cambio paralelo, como el "contado con liqui", que el martes llegó a marcar un máximo de $ 254, para luego descender hasta los $ 246.

Mientras, la oferta tampoco abunda. La Bolsa de Comercio de Rosario espera un ingreso de divisas por la agroexportación superior a los US$ 18.000 millones entre junio y octubre. Sin embargo, las acopiadoras especulan y no liquidan todos los granos. En el mercado presumen que el nivel de retención para esta altura del año es de los más altos de la historia.

Todo esto se da en un contexto en que la inflación se mantiene elevada. Los precios de los alimentos acumulan ya una suba cercana al 5% en lo que va de junio, según el último informe de la consultora LCG. Desde que asumió a la Secretaría de Comercio Interior que orbita bajo Martín Guzmán, Guillermo Hang no tomó una definición que pueda cambiar esta perspectiva alcista, lo que le imprime presión al dólar y a la tasa de interés como refugio de valor de los ahorros.

Apoyo a las medidas del Banco Central

La Confederación General Empresaria (CGERA) destacó que las políticas anunciadas por el Gobierno para administrar las divisas no afectarán a las PYMES y que estas podrán contar con los insumos necesarios para seguir produciendo. En este sentido, desde la entidad que preside Marcelo Fernández precisaron la necesidad de que las compañías demuestren transparencia a la hora de importar y que no se generen excesos.

Las compras al exterior solicitadas por las pequeñas y medianas empresas deberán representar un porcentaje de la facturación para justificar que se agrega valor al producto final. Por este motivo, resaltó que el Banco Central, el Ministerio de Desarrollo Productivo y de Economía hayan permitido dejar afuera a estos sectores. CGERA representa a miles de PYMES agrupadas en más de 90 cámaras y federaciones del país.

Las exportaciones de este tipo de compañías vienen en incremento, lo que aporta divisas para la economía argentina. En los últimos seis años hubo un crecimiento récord de sus ventas al exterior, apuntó el secretario de las PYMES, Guillermo Merediz, en redes sociales. El ingreso generado ha sido de más de US$ 10.800 millones.

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