El JP Morgan pide que se levante el cepo al dólar y advierte por el alto nivel de deuda en Argentina, especialmente en moneda extranjera. "Dada nuestra visión macroeconómica de que ha llegado el momento de eliminar gradualmente los controles de capital, creemos que Argentina está bien posicionada para asegurar el acceso al mercado en el segundo semestre de 2025", detalla el documento del banco de inversión.
El documento destaca una cierta estabilidad cambiaria que permitiría avanzar en cambios más profundos. "Las condiciones actuales parecen ideales para avanzar con la evolución del marco de políticas: la negociación en curso con el FMI puede allanar el camino para la liberación gradual de los controles de capital, en nuestra opinión", señala el informe.
Asimismo, alerta también por el endeudamiento. "El volumen de deuda en moneda local ha aumentado como consecuencia de la elevada inflación de 2024, a lo que también contribuyó en cierta medida la capitalización de los intereses de nuevos instrumentos. La marcada desinflación ha impulsado la demanda de deuda a tipo fijo, que ahora representa una quinta parte del total, al tiempo que ha ampliado el vencimiento medio de los bonos de dos a tres años", destaca el JP Morgan.
El cepo al dólar, el obstáculo
La continua desinflación, según el documento, podría reducir los rendimientos desde el actual 30% aproximadamente, pero las valoraciones cambiarias y las limitaciones de liquidez en medio de los continuos controles de capital siguen siendo obstáculos clave para los inversores extranjeros.
"Los controles de capital siguen siendo el factor macroeconómico clave a monitorear, pero las inversiones y el desarrollo de infraestructura para petróleo y gas, los cambios en la regulación para los servicios públicos y un aumento en los préstamos de los bancos también son temas relevantes para el espacio corporativo", asegura el documento de JP Morgan.
El informe sostiene que, en el marco de un nuevo programa y de un mayor apoyo financiero destinado a elevar el volumen de reservas, "el país podría empezar a avanzar con una liberación muy gradual y cautelosa de los controles de capital. Los contornos generales del programa que contemplamos suponen que se incorporarán algunas condiciones necesarias expresadas por la administración".
De todos modos, el banco no prevé cambios antes de las elecciones. "Dado el clima político de este año, con elecciones intermedias programadas para octubre, hay sólidos argumentos para mantener el status quo hasta que pasen las elecciones. Sin embargo, creemos que este enfoque podría resultar en que el país pierda dos trimestres valiosos en el avance de una recuperación sostenida del gasto de capital", concluye la entidad.