El Gobierno nacional tomará medidas para ordenar las importaciones, cuidar las reservas y evitar abusos. La decisión la consolidaron tras dos meses consecutivos de déficit comercial. El incremento de las compras al resto del mundo del 47,3% a julio supera la expansión por el consumo, entienden desde el Ministerio de Economía.
La secretaría de Comercio, AFIP y Aduana buscarán que no se realicen sobrefacturaciones o compras al exterior por mayores cantidades de las demandadas por el normal crecimiento de la economía. Modificarán el régimen de importación temporal, trabajarán sobre las adquisiciones de servicios y pasarán algunos productos a licencias no automáticas.
Whiskies, yates, helicópteros, wafles, teclados y máquinas tragamonedas y para minar cripto, que hasta ahora gozaban de licencias automáticas para importarse pasarán a un régimen de no automáticas a través de una resolución de Sergio Massa, una de las tres medidas que tomará el Ejecutivo, según confirmaron fuentes oficiales a El Destape. Las compras sin autorización previa en la actualidad representan el 72% del total. Las 34 posiciones arancelarias que se modificarán equivalen a cinco puntos porcentuales, lo que abarca US$ 800 millones en ocho meses.
En estas la AFIP que conduce Carlos Castagneto y la Aduana a cargo de Guillermo Michel identificaron aumentos sustanciales en las declaraciones, de hasta 200% adicional contra 2019, como es el caso de los mouse de computadoras. Los altavoces y fibrones resaltadores también subieron 100% sus importaciones, lo que en el primer caso implicó una salida de US$ 12 millones. Los casos abarcan tanto potenciales sobrefacturaciones como sobre estoqueo, que se profundizaron en los últimos meses, como consecuencia de la especulación cambiaria.
“La brecha cambiaria potencia estas distorsiones, lo que a su vez presiona sobre la brecha”, analizaron desde el Palacio de Hacienda. “El Estado está para controlar; lo que no queremos es que haya abusos”, subrayaron, al plantear que no consisten estas en medidas para disminuir el consumo de las divisas, sino redireccionarlas hacia actividades que agreguen valor.
En esa línea, crecieron exponencialmente las importaciones de servicios, al punto de que en el primer semestre estuvieron en el orden de los US$ 5.500 millones. Es por eso que la Secretaría de Comercio que maneja Matías Tombolini impondrá un esquema de declaraciones anticipadas. Antes de poder contratar, la AFIP evaluará la capacidad económica de las compañías, un requisito adicional para reducir irregularidades. El objetivo, intentar de que todo lo importado se justifique, y así defender la industria nacional.
Tanto Castagneto como Michel le pusieron el ojo a este rubro en busca de sobrefacturaciones. Al no tratarse de bienes resulta más sencillo para las empresas exagerar los montos y así esconder la fuga de divisas.
La tercera de las definiciones que tomó el equipo coordinado por Massa consiste en modificar el régimen de admisión temporal de importaciones, creado por Néstor Kirchner mediante la resolución 1330/2004. La operatoria permite traer insumos sin pagar impuestos, agregarle valor y luego exportarlo. Ese proceso originalmente abarcaba 180 días, que se podían extender a otros 180. Hoy se da en 365 días, con otros 365, por lo que los dólares que se utilizan recién se vuelven a ver en dos años.
Se publicará como resolución en las próximas 72 horas que recortará este plazo a 120 días, con posibilidad de ampliar a otros 120, pudo confirmar este medio. Estos ocho meses no resultan caprichosos, sino que fueron evaluados como un plazo razonable por parte de los equipos económicos. Se dará, además, un control ex ante y una evaluación de balance ex post, en lugar de sólo aguardar a la certificación en destino.
Las importaciones temporales entre enero y julio ascendieron a US$ 3.086 millones. Más de la mitad, en concreto US$ 1.633 millones, se explica por el poroto de soja que después se transforma en aceite, un producto que hasta 2016 estaba prohibido para esta modalidad.
Sin embargo, las inspecciones verificaron que los mayores abusos se dieron en el sector textil, uno de los que, además, presenta mayores subas de precios. Con esta medida, el Gobierno aspira a bajar la correlación entre importaciones temporarias y exportaciones, para generar una mayor oferta y así reforzar las reservas del Banco Central.
Una de las alertas que sonaron en el organismo recaudador consistió en los incrementos de actividades de comercio exterior en zona franca. Mientras se mantenía estable en torno a los US$ 350 millones en los primeros semestres de 2019, 2020 y 2021, en los seis meses iniciales de 2022 se dispararon a US$ 781 millones.
Sobre reducción de abusos de las corporaciones Aduana cuenta con datos concretos. Las triangulaciones de mercadería china con las guaridas fiscales de Estados Unidos, Hong Kong, Panamá y Uruguay con mil empresas testigo estuvo presente en 717 de ellas durante los primeros siete meses de este año. En agosto eso se recortó 20%, dado que sólo 579 llevaron adelante esta operatoria. Si bien se trata de una práctica legal, sirve para esconder actividades que no lo son. Las denuncias de Michel ante la unidad anti lavado de dinero de Estados Unidos frenaron sobrefacturaciones de varios empresarios.