Con la brecha cambiaria planchada luego de la megadevaluación, el Banco Central (BCRA) compró casi US$ 3.000 millones. Sin embargo, un informe de la consultora Ecolatina advirtió que el "veranito" de divisas que disfruta el ministro de Economía, Luis Caputo, no podría sostenerse en el tiempo.
Desde el 11 de diciembre, el BCRA acumuló compras netas por casi US$ 2.900 millones, la mejor racha desde septiembre del 2022. El favorable desempeño "encuentra su explicación tanto en la oferta como en la demanda de divisas", sostuvo el informe. Por un lado, "el salto discreto en el tipo de cambio oficial, el esquema del dólar exportador 80-20% y el encarecimiento del apalancamiento en pesos al compararlo con la evolución del dólar oficial generaron una reaparición de la oferta de divisas en las últimas semanas", agregó.
En cuanto a la demanda, "el esquema de acceso diferido al mercado cambiario para los nuevos flujos de importaciones abrió una ventana de tiempo que juega a favor de las compras del BCRA en el corto plazo, donde la autoridad monetaria compra la mayor parte del volumen operado en el mercado cambiario", explicó el informe.
¿Termina el "veranito" temprano?
Ahora bien, tanto por cuestiones estacionales como por una demora en el impacto de las medidas implementadas, los factores "que hoy se encuentran jugando a favor del BCRA achicarán su aporte e incluso podrían revertir su postura", advirtió el informe. En otras palabras, tanto la oferta excepcional de divisas como su acotada demanda tienen “patas cortas” y "difícilmente logren sostenerse durante el verano sin instrumentar nuevas medidas", sostuvo Ecolatina.
Por un lado, frente a una inflación corriendo a un ritmo del 25-30%, el crawling peg del 2% mensual "no es suficiente para evitar un importante atraso cambiario en las próximas semanas, lo cual paulatinamente le quitará incentivos a los exportadores para liquidar divisas", anticipó el documento. A su vez, desde mediados de enero comenzarán a impactar con mayor fuerza los pagos por importaciones postergados con el cambio de sistema, lo cual "podría generar una especie de cuello de botella elevando abruptamente la demanda de divisas", sumó.
Si la aceleración inflacionaria es mayor a la esperada, no descartan que "en los próximos meses el mercado perciba un atraso real en el CCL-MEP y comience a considerarlos como una oportunidad de inversión, lo cual coincidiría con la reversión estacional en la demanda de dinero desde febrero y la mayor demanda en el mercado", aseveró el informe.