El Banco Central (BCRA) lleva una racha positiva. En la última rueda de la semana adquirió 6 millones de dólares y cerró la semana con compras por 78 millones de la misma moneda como resultado de su participación en el Mercado Único y Libre de Cambios (MULC). De esta manera, en los primeros días de noviembre acumula compras por 140 millones.
Parte del buen resultado de la semana se explica por la liquidación del sector agropecuario, aunque con valores muy menores al promedio histórico. El viernes, liquidaron 64 millones de dólares, mientras que en la semana fueron 284 millones. Las cerealeras, como el resto de los exportadores, deben vender en el mercado único y libre de cambios hasta el 70% de sus dólares y el 30% restante pueden liquidarlo al valor de cotización del contado con liquidación.
En el segmento bursátil, los tipos de cambio marcaron una tendencia ascendente al cierre de la jornada, en la que el dólar CCL subió 0,9% para ubicarse en $878,98, mientras que la cotización del MEP ascendió 3,3%, en $891,94. De esta manera, el CCL, que se utiliza para dolarizar activos y sacarlos del país (fuga de divisas), se movió en los primeros diez días del mes apenas el 1,4%, mientras que en el año aumentó un 154%.
En el mercado informal, el denominado dólar "blue" avanzó $10 respecto al jueves, al quedar en $960 para la venta y $910 para la compra.
En el mercado mayorista, la divisa estadounidense finalizó entre los $348,95 y $349,95 por unidad, bajó quince centavos respecto del cierre del viernes pasado. En tanto, el dólar minorista cerró a $365,5 promedio para la venta sin variaciones respecto a la rueda previa, mientras que el tipo de cambio para las compras con tarjeta en el exterior se sostiene en los 731 pesos.
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Las reservas internacionales finalizaron en los 20.904 millones, 45 millones menos que en la jornada del jueves. La merma se explica por la variación del precio internacional del menú de monedas que integran los activos de la autoridad monetaria.
El martes pasado, el BCRA concretó el pago de casi 800 millones de dólares al FMI en concepto de intereses que vencían el 1 de noviembre. Ante la falta de los derechos especiales de giro (la moneda del FMI), el pago se concretó con yuanes de libre disponibilidad provenientes del segundo tramo del swap de monedas con China.