La expectativa por lo que sucederá este viernes aumenta en materia financiera, luego de que, el último jueves, el Banco Central asumiera un cambio de estrategia frente al MEP y al contado con liquidación (CCL) y los dejara correr hasta tocar máximos históricos. La intención inmediata es cerrar la brecha con el blue y las negociaciones que se realizan en plazas no intervenidas por la autoridad monetaria y evitar así el rulo financiero que permitía que los inversores se dolarizaran en el mercado informal.
Ambas cotizaciones financieras llegaron a su récord nominal en la última jornada. El dólar CCL creció un 5,3% para cerrar a 491 pesos, al borde de romper la barrera de los 500. El dólar MEP, en paralelo, subió un 8,7% para llegar a 473 pesos. Hacia el mediodía de este viernes, sin embargo, ambas cotizaciones rebotaban hacia abajo, un 0,6% el MEP y un 0,1% el CCL.
Fuentes del equipo económico alegan que el objetivo de la suba del jueves es evitar maniobras especulativas, que denominan "rulos", de quienes aprovechan la cotización intervenida por el Central de los dólares financieros MEP y CCL respecto del precio del blue y los operados en el segmento bilateral. Las versiones que dejaron trascender desde Economía y el Central es que el cambio movimiento del jueves, donde el Central dejó de intervenir en el mercado financiero y dejó escapar la cotizaciones de los paralelos apuntó a desarmar ese "rulo". Un complemento real del aumento del parking para bonos globales que implementó la CNV un mes atrás.
Sin embargo, la forma en que se aplicó y en un contexto de incertidumbre abrió otros debates e interrogantes. Por un lado, se especula con si el Central dejará de intervenir nuevamente este viernes y en los próximos días, lo que se asemejaría a convalidar una devaluación --empujada desde los financieros a los formales-- a pedido del Fondo Monetario. Sería un nuevo guiño del ministro Sergio Massa para con el organismo, mientras negocia un nuevo desembolso y la posibilidad de utilizar parte de esos fondos para intervenir en el mercado.
Pero también se utilizó para alertar por la falta de reservas en el Central, que complica mantener a raya el precio de la divisa, pese a que la intervención en los financieros es indirecta y le genera un menor costo de divisas para la autoridad monetaria. Consultados por este medio, desde el equipo económico sostienen que se trata "de un mercado muy volátil" en el cual, reconocen, hubo un cambio de estrategia en la intervención.
La estrategia del BCRA sobre el MEP y el CCL
Dependerá de cómo se comporten ambos mercados regulados (MEP y CCL) en los próximos días para advertir mejor la estrategia. Una posibilidad es que se decida darles mayor volatilidad en el mercado para desestimular la operación y reducir la brecha. En este sentido, el jueves los financieros volvieron a superar al blue luego de los máximos a los que llegó la divisa paralela con la corrida cambiaria de fines de abril. Esto supondría que las cotizaciones financieras no necesariamente continúen subiendo ahora que la brecha se cerró.
Otra posibilidad es que se deje correr a ambas cotizaciones lo necesario para luego acompañarlas con una aceleración devaluatoria del dólar oficial. Según los trascendidos, el FMI considera que el tipo de cambio formal está atrasado en aproximadamente un 20%, especialmente luego de que la devaluación diaria de abril fuera de solo el 6,5% y quedara dos puntos atrasada respecto a la inflación. De este modo, un aumento de la brecha con los financieros sirve como puntapié para luego cerrarla por debajo, subiendo el piso del oficial.
En ese sentido, el Ministerio de Economía anticipó el fin de semana pasado que el Banco Central iba a "administrar el ritmo" del crawling peg, una frase ambigua que permitía pensar tanto en mantener un tipo de cambio atrasado que hiciera de ancla para frenar la inflación como, al contrario, en una aceleración de la devaluación para empardar el ritmo inflacionario y cumplir con la exigencia del Fondo. Los acontecimientos de la última jornada parecen indicar que esta segunda opción es la que finalmente está ocurriendo.
De hecho, como complemento a no haber cumplido con las metas del FMI para la última revisión el Ministerio de Economía también aceleró en las últimas semanas la quita de subsidios a la energía. Aunque el próximo vencimiento es el 21 de junio, el Gobierno intenta cerrar la renegociación del acuerdo antes para evitar mayor incertidumbre en la macroeconomía.
Al mismo tiempo, Economía anticipó el domingo que el Banco Central "aumenta la intervención en mercado de cambios", reconociendo la permanencia del mecanismo que comenzó a utilizar para frenar el MEP y el CCL durante la corrida de abril, lo que se condice con la baja provisoria de las cotizaciones en la jornada del viernes.