Desdoblamiento del dólar o múltiples tipos de cambio: opciones subóptimas para evitar dolarizar o devaluar

La proliferación de tipos cambio para evitar una devaluación brusca, con impacto en salarios y jubilaciones. El desdoblamiento como preámbulo de una dolarización. 

13 de octubre, 2022 | 00.05

Ya son catorce los dólares alternativos y la cuenta parece no detenerse. La proliferación de tipos cambio para evitar una devaluación brusca, con impacto en salarios y jubilaciones, al igual que el descartar un desdoblamiento, por ser posible preámbulo de una dolarización, plantean pros y contras. Spoiler: ninguno termina bien y solo podrían utilizarse como paso intermedio. El objetivo es reducir la brecha; no ensancharla.

Con la aparición del dólar Qatar y Coldplay, en referencia a la estructura impositiva aplicada para gastos en el exterior y el acceso a la divisas por parte de artistas extranjeros --sin contar las apariciones esporádicas, como el dólar soja, o por venir, como el dólar minero-- se definieron 14 esquemas vigentes de precios para la divisa, de acuerdo con el monto o la persona (física y jurídica) que realice la operación. Esta proliferación genera arbitrajes 'non sancto' entre los distintos canales alternativos. 

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Esto reactivó la discusión en la posibilidad de avanzar hacia un desdoblamiento formal del mercado de cambios, como solución intermedia a la estabilidad financieras. La brecha cambiaria entre distintos precios puede llegar a superar los cien ciento. Esto genera enormes distorsiones que complican la actividad económica y traban las decisiones de inversión.

"Es evidente que en ausencia de escasez de divisas los arreglos cambiarios que no sean unificación pierden potencia. Lo que aquí se plantea es la posibilidad de diferencias de grado en términos de tensiones cambiarias", desafió un análisis realizado por los investigadores de ITE-Fundación Abdala.

Pro

En el esquema actual, los múltiples valores del dólar fueron surgiendo por las sucesivas restricciones del mercado cambiario, empujando la inflación. El desdoblamiento implica una modificación de la estructura cambiaria con impacto directo en la estructura productiva. Básicamente se divide entre un dólar comercial y otro financiero. El objetivo es incentivar la entrada de dólares y darle más desarrollo a un determinado sector mediante el estímulo de un tipo de cambio más competitivo. 

Según explicó a El Destape Pablo Manzanelli, investigador del Centro de Formación (CIFRA) y del área de Economía y Tecnología del FLACSO, "la posibilidad de hacer un esquema de tipos de cambios múltiples más formal podría colaborar pero no soluciona el problema actual, a menos que se haga en el marco de favorecer a sectores de alta productividad y sean exportadores, como se hizo con 'dólar soja' ahora pero de forma más formal".

"Así se puede tener más dólares y resolver un poco el tema de reservas, pero a costa de un aumento de precios y de la ganancia de un sector que ya tiene resultados muy positivos", señaló Manzanelli en un adelanto a este medio de su investigación.

Los defensores de un tipo de cambio diferencial sostienen que evitaría la "informalidad o la burocracia" de su administración, incentivaría el ingreso de capitales, promovería el turismo extranjero y la exportación de servicios; al tiempo que evita la pérdida de reservas, ya que parte de la demanda se canaliza a través del mercado financiero. 


Para ITE, el denominado "cepo" también tiene sus ventajas. "Una de las principales es que puede cortar rápida y efectivamente la demanda de activos externos (y la oferta de activos domésticos)", detalló el informe de la Fundación. Esto se debe sencillamente a que las restricciones operan directamente sobre las cantidades. "En este caso, los problemas que ocasiona la brecha cambiaria deben provenir principalmente de la retracción de la oferta de moneda extranjera", agregó. 

Contra

"Como mínimo, un desdoblamiento debe incorporar un tipo de cambio comercial y otro financiero, siendo el segundo más alto que el primero, detalló ITE. La simpleza de dicho esquema de desdoblamiento evita la engorrosa administración de amplias operaciones de importaciones de bienes y servicios, así como también facilita la liquidación de divisas de turismo, exportaciones de servicios y el ingreso de inversiones desde el exterior.

También establece un sendero de precios relativos favorable al desarrollo diversificado de la producción exportable y a la competitividad de la producción nacional frente a la importada. La contra, como explicó Manzanelli, es que sigue favoreciendo aún más a un sector que ya detenta una amplia rentabilidad. El investigador sostuvo que depende del punto de partida: porque permitiría, de contar con las divisas necesarias, redireccionar recursos y costos hacia los sectores que se pretende impulsar. En este caso los tipos de cambio alternativos son un mecanismo de más sencilla aplicación en un contexto de crisis.

Además, el desdoblamiento pone en una posición de ventaja relativa a los sectores financieros. El problema es que se traslada a los precios. Las devaluaciones, en general, siempre provocan grandes transferencias de riqueza desde los sectores pesificados a los dolarizados, erosionando el poder adquisitivo; algo que cuesta décadas en corregir. Es por eso que se trabaja en mercado a los cuales dejar moverse libremente, como tarjetas, pasajes, recitales o bienes suntuarios, lo que además genera por impuestos enormes efectos recaudatorios. 

El problema sigue siendo la falta de dólares y atraso cambiario que crece a medida que se desboca la inflación. Fuentes oficiales reconocen que se necesita recuperar casi 20 puntos de competitividad, pero que no hay margen para hacerlo de un salto en el actual contexto de altísima inflación. El principal problema es el riesgo de sobrefacturar importaciones y sub-facturar exportaciones, para lo cual se buscó esa semana avanzar en controles más exhaustivos sobre ese tipo de operaciones. 

En líneas generales, existe poco acuerdo a un desdoblamiento cambiario formal, porque profundizará problemas estructurales, desequilibrios externos y fiscales y la distribución del ingreso. 

"El desdoblamiento es administrativamente más complicado de instrumentar que el control de cambios, ya que requiere definir distintos ámbitos de negociación para el dólar, o bien implementar algún tipo de impuesto para transacciones puntuales, etc., todas medidas que en el actual contexto pueden requerir pasar por el Congreso, e incluso el aval del FMI", señaló el informe de ITE.