Desde el final del programa de incentivo para productores de soja a través de un dólar diferencial, el Banco Central (BCRA) ya perdió más US$ 1.000 millones. El ritmo de ventas de noviembre viene siendo letal para la autoridad monetaria. En apenas siete días hábiles, el flujo negativo de divisas ya es el segundo más alto del año.
En lo que va de noviembre, el ente que conduce Miguel Pesce acumula ventas por US$ 618 millones, una cifra que ya es más alta que el total del mes pasado. En octubre, el ente rector de la economía se había desprendido de US$ 496 millones.
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La dinámica negativa parece consolidarse luego de que el Estado haya recaudado alrededor de U$S 5.000 millones a través del esquema de un dólar diferencial para los productores de soja. Desde la finalización de ese sistema, el balance es negativo y el Central se desprendió de US$ 1.114 millones. De seguir con esta dinámica durante lo que queda del mes, se podría romper el récord registrado en julio.
Durante el séptimo mes del año, la cuenta corriente del balance cambiario del Banco Central registró el mayor déficit mensual del 2022, por una pérdida de US$ 1.284 millones. En aquel momento hubo una fuerte incidencia por la demanda energética y pagos al FMI, además del recurrente déficit vía turístico. Se concentraron pagos al Fondo (U$S 1.961 millones) y otros organismos financieros internacionales, mientras que se cancelaron mayores intereses y de capital de títulos en moneda extranjera.
En lo que va de noviembre, la autoridad monetaria acumula ventas por US$ 618 millones, hasta ahora el segundo mes con la marca más alta (en agosto había vendido US$ 520 millones). Este nivel de participación del BCRA se ubica en los parámetros esperados para noviembre, un mes usualmente deficitario en el balance cambiario. Por ejemplo, en noviembre de 2021 había vendido 900 millones. Sin embargo, de seguir esta dinámica, la pérdida mensual podría ser mucho peor y los dolores de cabeza se multiplican en el Palacio de Hacienda. Se sabe que la principal meta de Sergio Massa es la acumulación de reservas.
Se terminó el boom del dólar soja y hay pagos de importación por US$ 2.000 millones
La Cámara de la Industria Aceitera Argentina (CIARA) publicó un informe en el que advirtió que, luego del boom de compras de soja durante septiembre, se redujeron drásticamente en octubre. Las estimaciones hablan de una caída del 90% frente a tres semanas de septiembre y del 60% frente al mismo período de agosto.
En las primeras tres semanas se vendieron 596 mil toneladas de soja, el registro más bajo desde el 15 de diciembre de 2021. En octubre, las compras de soja fueron de 1.650.000 toneladas. La CIARA y el Centro de Exportadores de Cereales (CEC), entidades que representan el 48 % de las exportaciones, anunciaron que durante octubre las empresas del sector liquidaron la suma de 1.217.329.690 dólares; representando una baja del 85% a septiembre pasado, y un 49% menos que en octubre de 2021. Fue el peor registro desde abril de 2020.
Otro problema para el Gobierno es el comercio exterior. La demanda para el pago de importaciones con el caduco sistema Sistema Integral de Monitoreo de Importaciones (SIMI) aprobadas y autorizadas con el anterior modelo de administración explican las intervenciones oficiales.
Según pudo saber El Destape, hasta fin de año ya se encuentran comprometidos alrededor de US$ 2.000 millones por montos pactados bajo el sistema anterior. En el propio Gobierno reconocen que el SIMI representaba un real "festival de importaciones" -frase acuñada por la vicepresidenta, Cristina Kirchner- y con la inauguración del nuevo control de comercio exterior se espera un descenso paulatino de las cifras operadas.
El Sistema de Importaciones de la República Argentina (SIRA) es un mecanismo que busca dar un mayor ordenamiento y trazabilidad completa a las operaciones y evitar casos de sobrefacturación, uso abusivo de cautelares y otras operaciones irregulares. En la AFIP cuentan con una planilla calendario detallada con los pagos que debe efectuar el Central día por día en base al despacho de Aduana. El nuevo sistema de importaciones también posee un mapa que determina las “observaciones” que el organismo de control informa a las empresas.